Por: Antonio Gaytán
Dos pequeños grupos de manifestantes recibieron al gobernador José Aispuro Torres a su llegada al Congreso del Estado de Durango, donde rindió su Cuarto Informe ante los diputados locales. Se trata de una familia de 10 integrantes y el papá del niño Bryan, ambos exigen justicia a sus demandas.
Con mantas y sonido, el señor Antonio García y su esposa, Rosa Isela Martínez, acompañado de sus ocho hijos, esperaron en una de las esquinas de la plaza Cuarto Centenario la llegada del Ejecutivo Estatal para explicarle cómo fueron despojados de dos puestos en el Mercado Gómez Palacio hace algunos años, quitándoles la posibilidad de tener un sustento.
Además, hace unas semanas fueron agredidos por la Policía Municipal porque cerraron la avenida 20 de Noviembre como medida de protesta, fueron detenidos con exceso de fuerza y les quitaron su camioneta, vehículo que es único patrimonio y que usan para para vender productos.
“El juez Mario Pozo nos dijo que nos iba a regresar la camioneta y todavía nada, venimos a que nos escuche el Gobernador y nos ayude”, agregó.
La otra protesta es el caso de Bryan, un niño de tan solo siete de años de edad que según su papá, el señor Alan, está sufriendo agresiones sexuales en casa de su exmujer. Denuncia que hasta el momento no ha prosperado debido a que las autoridades han dado un manejo erróneo a la investigación e incluso han manipulado a favor de la mamá.
Con una manta y un expediente, el cual entregaron al gobernador José Aispuro, se pide que el niño sea sacado de esa casa donde se le agrede y quede bajo protección del Estado, resguardo en donde debe estar mientras se concluye con este proceso.