Por: Brenda Maurer
Es correcto que el Plan B deje sin vida eterna a los partidos políticos, ya que con la transferencia de votos los partidos grandes les aseguraban vida artificial a aquellos que no alcanzan los porcentajes de votación para mantener su registro; comentó Luis Enrique Benítez Ojeda, diputado priista.
Los partidos no deben subsistir artificialmente y seguir como carga al erario porque ahí se destinan recursos, presupuestos y realmente ya no representan a una parte importante de la ciudadanía. En este sentido, la cláusula de vida eterna nunca debió de existir, porque sería darle vida artificial a un partido que no alcanza el tres por ciento mínimo requerido.
Partido que no tiene el porcentaje mínimo no debe ser partido. Artificialmente, esta cláusula permitía que en un convenio pudiera decirse tal cual que el partido coaligado a otro, alcance lo necesario o que se le transfieran los votos que necesite para llegar al tres por ciento. Ahora “el Verde, el PT e incluso el PRD, que está alianzado con el PRI y PAN, hagan su trabajo político para alcanzar por sí mismos los votos que necesitan para existir”.
El legislador explicó que en Durango ya no existe mucho la posibilidad de que algunos partidos sobrevivan por otros, porque en los últimos años ya no se han transferido votos.
Finalmente, Benítez Ojeda, subrayó que la transferencia de votos ya debe eliminarse, porque ya no debe existir en ningún estado.
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