Por Antonio Gaytán
Inicia la construcción de un “Presupuesto Base Cero” para 2025, anunció el gobernador Esteban Villegas Villarreal; se auditará cada una de las secretarías para detectar y eliminar programas innecesarios o incluso duplicados que no estén generando resultados a la ciudadanía.
Después de dos años de administración, de lograr la estabilidad financiera y una restructuración de la deuda a largo plazo que permitirá ahorros por el orden de los mil 500 millones de pesos anuales, el mandatario estatal ha decidido romper con la inercia de años pasados.
“Quiero compartirles, esto no lo había dicho, vamos a partir de hoy a reunirnos, la Secretaría de Finanzas con cada una de las Secretarías, vamos a hacer un presupuesto base cero; es la primera vez que se va a hacer porque nos estábamos yendo con la inercia del año pasado y era muy fácil nomás acomodar ciertas cosas y mandar el presupuesto”, comentó el mandatario estatal.
La construcción de un “Presupuesto Base Cero” tiene como objetivo orientar los recursos públicos a las prioridades que hoy tiene Durango, vienen grandes inversiones y debe crearse la infraestructura necesaria para la llegada de estas empresas, como vialidades y obras hidráulicas.
El gobernador Villegas Villarreal explica que mantendrá en las secretarías gastos irreductibles como son nóminas y servicios como salud y seguridad, así como programas sociales que benefician a las familias como uniformes escolares, la tarjeta madre y apoyos al campo duranguense.
Se trata de un reordenamiento financiero que permitirá ahorrar y tener dinero para acciones que verdaderamente impacten en el desarrollo y bienestar de la sociedad duranguense.
“Después de lo irreductible, vamos a ver cuánto nos queda y, entonces, los secretarios me tendrán que convencer de los programas que quieren ejecutar en el 2025”, expresó.
Un dato: los economistas definen el Presupuesto Base Cero como una técnica financiera y contable que permite identificar gastos ineficientes e incluso inútiles. Partiendo de esta base, se pretenden potenciar las partidas de gastos que tengan un mayor impacto positivo.
Un ejemplo frecuente es cuando se duplican gastos similares, en estos casos se elimina uno y se queda con el que da mejores resultados con menor inversión.