- Arancel de EU redujo exportación, saturó mercado nacional y cayo el precio
Por: Antonio Gaytán
A los tomateros mexicanos, principalmente a los productores de Durango, les ha tocado “bailar con la más fea” debido a contingencias climatológicas, caída del precio y la negativa de apoyos por parte del Gobierno federal, declaró el presidente de la Federación Estatal de Propietarios Rurales, Luis Caballero, al mencionar que se vende al costo y muchos optaron por no sembrar, es un año perdido.
El Gobierno de Estados Unidos impuso un arancel del 17.5 por ciento al tomate mexicano, impuesto que el 30 por ciento de los tomateros no puede pagar y en consecuencia esa producción se queda en el mercado nacional, comercializándose a precios más bajos, situación que para los agricultores pequeños, que son la mayoría en Durango, es un escenario inviable.
“Estamos vendiendo a como estamos produciendo, el tomate nos lo pagan a cuatro y cinco pesos por kilo, es una situación desesperante para varios compañeros, algunos de plano van a abandonar el cultivo porque solo cosechan para pagar gastos”, agregó.
Asimismo, Luis Caballero, líder de esta federación integrante de la Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad Agrícola (CNPR), considera que el Gobierno federal deber ser más proactivo en apoyar en la negociación que se tiene con productores estadounidenses, principalmente con Florida, y hace falta respaldo de la Secretaría de Economía y de la Secretaría de Agricultura.
Para los tomateros hay un desencanto con el Gobierno federal, ya que además de este problema, los programas están estancados, el dinero no se está ejerciendo, «estamos a julio y no hay nada claro, cuando el ciclo del tomate ya está a la mitad de su término».
