Por: Brenda Maurer
Ante la determinación de que se cierren temporalmente los antros y bares, preocupa a las autoridades que las reuniones o fiestas se trasladen a las casas, como ya ocurrió antes, donde se llegaron a contabilizar 700 fiestas en un solo fin de semana, señaló el secretario del Ayuntamiento Mario Garza Escobosa; sin embargo, dejó claro que los operativos de vigilancia se mantienen.
«Nuestras brigadas COVID no han parado. Por supuesto que estaremos vigilantes a lo que ocurra ante las nuevas medidas anunciadas por el retroceso a semáforo naranja, ya que tenemos la experiencia de que hace un año llegamos a registrar hasta 700 fiestas que se realizaban en las casas y, definitivamente, no hay autoridad que pueda contener eso», dijo.
El funcionario expuso que, entre las medidas que se tomarán a partir del lunes, está el ajuste que se hará, sobre todo, de aforos en algunos giros empresariales: “Ya estamos trabajando el acuerdo administrativo, considerando que el semáforo naranja inicia el lunes”.
Al cuestionarle si habrá restricciones en el horario de venta de alcohol, en expendios y restaurantes, respondió que no: “Más bien, nos vamos a enfocar a los aforos y en que se cumplan todos los protocolos sanitarios”.
Luego de que el presidente de los restauranteros declaró que este semáforo naranja es un duro golpe económico para ellos y que ya no pueden resistir más restricciones, Garza Escobosa dijo que este tipo de situaciones están fuera del alcance de la autoridad municipal.