Isabel y Diana son madres solteras, no se conocen entre sí, pero sus historias coinciden en el éxito que han tenido en la lucha por cubrir todas las necesidades de sus hijos.
La primera va y viene en las principales calles de la ciudad, hasta que termina de vender semillas; en tanto que, Diana trabaja para una empresa y luego atiende su negocio de gorditas.
«Siempre uno como madre da la vida por sus hijos», dice Isabel Gracia. Ambas honran ser mamás solteras.
«A los 20 años, me embaracé de él, la verdad no me lo esperaba sí me dio mucho gusto», dice Diana, quien admite que ella y su hijo, ahora de 10 años, han pasado momentos difíciles, pero él la impulsar a seguir y echarle ganas.
Isabel tiene una niña de ocho años, por la que se esfuerza a diario, más en tiempos de pandemia, cuando «hay días buenos de venta y días malos», dice.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2019, en México, 73 por ciento de las mujeres de 15 años en adelante, tiene al menos un hijo, y de ellas, el 9.9 por ciento son madres solteras.
«Fuimos novios y el típico salí embarazada y pues él no se hizo cargo, pero pues eso no me ha afectado mucho, me enorgullece que he sacado a mi hijo adelante sola», platicó Diana, mientras dirige a sus empleadas.
Lo que no se conoce es cuántos hombres no ejercen una paternidad responsable.
Lo que predomina son testimonios como el de Isabel, quien recuerda que se casó con el papá de su hija, pero hubo problemas y se separaron; ya no volvieron a tener contacto con él.
«Él no me da nada, se hizo irresponsable; dije que pues bueno, voy a salir adelante para que vea que las mujeres solas también podemos», añadió mientras acomoda las bolsas con semillas.
Ella debe vender por lo menos 50 paquetes de semillas al día para llevar el sustento a su casa, además actualmente paga el terreno en donde viven. Diana, también se reparte entre dos empleos, para solventar todos los gastos.
Y las dos se apuran para poder estar con sus hijos, y como coincidieron «darles un buen ejemplo».
Se estima que más del 60 por ciento de las madres solteras en México, no tienen una pensión alimenticia para la crianza y cuidado de sus hijos. Diana es una de las pocas que la tiene, aunque se la entregaron hasta que su hijo tenía tres años.
«Cuando el niño tenía tres meses, metí la demanda de la pensión alimenticia y duró tres años el juicio porque se complicaron un poquito las cosas», narró la emprendedora.
Justo, la burocracia del sistema judicial para resolver las demandas y las trampas que realizan algunos tutores para evadir presentarse a los juicios y alargar los procesos, son factores para que las madres desistan de obtener una pensión para sus hijos.
Por esto para Isabel «era mucha pérdida de tiempo», además refiere que «no tenia los medios para andar vuelta y vuelta y arreglar las cosas». Por esto no le quedó más que encomendarse a la «justicia divina».
«Con su soledad lo pagan», comentó.
En este contexto en nuestro país se ha propuesto crear un registro para los padres deudores de pensión alimenticia, con este serán expuestos y obligados a contribuir con el sustento del hogar.
No serán contratados en una empresa mientras no se pongan al corriente con los pagos.
También se ha planteado que los deudores alimenticios sean castigados con prisión.
Diana, quien recientemente pasó por un proceso de disminución de la pensión alimenticia de su hijo, a petición del progenitor, respalda la propuesta.
«Estaría bien, porque hay papás muy responsables, pero si, no es justo que anden por la vida dejando hijos regados y siempre la mujer se queda con toda la carga», reprochó.
Los juicios por pensión alimenticia son de los más comunes, precisó Luis Mario Hernández Vargas, titular del segundo Juzgado Familiar del Primer Distrito Judicial con residencia en Durango.
Pero actualmente con la pandemia, ha incrementado el número de demandados que argumentan no tener dinero para pagar.
«Manifiestan que no hay un salario, que en la pandemia perdieron su trabajo», explicó el Juez.
No obstante, la Ley protege el bien superior de las niñas, niños y adolescentes, por lo que los padres están obligados sin excepción a aportar dinero para la manutención de sus hijos. Así lo establece el artículo 309.
En este sentido, Diana opinó que las mujeres deben «luchar por los derechos de sus hijos». Señaló que no es una cuestión personal o de «orgullo».
«Que ellas peleen algo para sus hijos, porque la pensión es para los niños», recomendó.
Por su parte, Isabel, dijo que el ser madre soltera le ha probado que «no necesitamos de un hombre para vivir, solo el trabajo y el amor a los hijos es una necesidad».