Por: Manuel Díaz 

Durante esta pandemia de COVID-19 o Coronavirus se está generando violencia al interior de los hogares duranguenses, tanto para las mujeres y también en contra de los hombres, observó el analista Carlos Garza Salas.

Porque los taxistas platican que al permanecer al interior de sus viviendas con sus familias, son sus propias esposas las que exigen que se vayan a la calle a trabajar. Una situación complicada porque no se cuenta con clientes durante esta contingencia.

Y en caso de que un taxista decida quedarse en casa y no hacer caso de su esposa, entonces la mujer le comienza a decir que debe de poner el piso en el cuarto de la casa o realizar otra reparación en la vivienda, pero no se pueden llevar a cabo porque no se cuenta con el dinero para comprar el material.

Este tipo de violencia sucede pero no se denuncia, porque da pena que como hombre uno tenga que decir que su mujer comete actos de violencia al exigir dinero o realizar reparaciones cuando no se cuenta con el dinero para comprar el material.

Y el hombre padece esta violencia económica porque no puede salir a trabajar, porque no se cuenta con pasajeros, como sucede en el caso de los taxistas. Y es necesaria la comprensión de las esposas ante esta crisis económica que se padece por el COVID-19.

Abandono de adultos mayores y marginación alimentaria problemáticas que remarcó el COVID-19