El Bullying es la violencia repetida entre compañeros, en la que uno o más individuos tienen la intención de intimidar y hostigar a otros. Se caracteriza por el abuso de poder entre niños y jóvenes en edad escolar.
Este es el caso del pequeño Gerardo, de 10 años de edad, fue agredido físicamente por tres alumnos de la escuela primaria Ignacio Manuel Altamirano 24 de marzo, ubicada en la colonia José Revueltas.
Victoria Injelmo, madre del pequeño Gerardo, manifiesta sentir indignación por el director de la escuela primaria José Revueltas turno vespertino, su hijo fue agredido físicamente hace dos días y recibió un fuerte golpe en la cabeza que le ocasionó un intenso sangrado, ante esta situación, lo único que el director de nombre Emmanuel hizo, fue llevar al niño a casa, pero lo dejó tres cuadras antes y llegó solo y lesionado al domicilio.
La señora asegura que ha tratado de platicar con el director de la escuela y los maestros para que le den una explicación de lo acontecido; sin embargo, lo único que han hecho es ignorarla, no la quieren atender y ni siquiera han citado a los padres de los agresores para externar lo que sus hijos hicieron.
Expresa que hace tres meses llegaron a la capital, vivían en Gómez Palacio, pero por diversos motivos personales tuvieron que cambiar de lugar, desde el primer día de clases lo agredían verbalmente, le ponían apodos, le quitaban su dinero y lo dejaban sin comer en el recreo hasta que lo golpearon físicamente empujándolo contra una escalera.
Asegura que no ponen atención a los problemas de Bullying y los dejan pasar desapercibidos como si no fuera algo importante, invitó a los demás padres de familia que tienen hijos que han sido víctimas de Bullying en esta escuela, se unan, levanten la voz y que las autoridades educativas tomen cartas en el asunto.
Por su parte, Gerardo de 10 años de edad, dijo que fueron alumnos de otro grado más alto que el de él los que lo agredieron, lo empezaron a empujar hasta que resbaló y cayó, en cuanto comenzó a sangrar el director lo llevó a casa, pero no lo entregó a su mamá, al contrario, lo dejó a tres cuadras de la vivienda.
Todos los días lo golpean, le apodan de diversas formas que lo hacen sentir mal y le quitan el dinero que le da su mamá para que compre alimentos en el recreo, el niño manifiesta estar en cuarto grado y pide a los padres de familia que le digan a sus hijos que no sigan golpeando a más alumnos.
Definitivamente, este caso tiene que ser atendido a la brevedad posible, autoridades de la Secretaría de Educación del Estado de Durango encabezada por Guillermo Adame Calderón deben tomar cartas en el asunto para evitar que una tragedia se pueda suscitar, no más agresiones, no más apodos, no más violencia física ni psicológica en las escuelas.
Por: Víctor Salas