Por: Pilar Aguilar
Pueblo Nuevo, Durango.- Familiares de Blanca Azucena Silva Ramírez, la joven de 25 años de edad, que en la mañana del viernes fue encontrada muerta a la altura del kilómetro 86 de la supercarretera a Mazatlán, aseguran que fue su propio esposo quien llevó a la policía hasta done estaba el cuerpo, por lo que sospechan que fue éste el que la privó de la vida.
Fue la joven Ana Teresa López Ramírez, prima de la hoy occisa, quien se comunicó al sistema informativo Grupo Garza Limón, para aclarar algunos puntos de la nota que sobre el hallazgo del cuerpo de Blanca Azucena subimos a las redes sociales, sustenta sus sospechas en lo siguiente:
Para empezar, López Ramírez dijo que no fueron unas personas que pasaban por el lugar las que encontraron el cuerpo y luego avisaron a la policía, sino que fue Javier, esposo de la joven Silva Ramírez, quien luego de ser detenido e interrogado por la policía, los llevó hasta donde estaba el cadáver.
Ella misma comentó que todo inició el lunes, cuando Javier, quien supuestamente había salido de El Salto para trabajar en alguna parte, se comunicó con Blanca Azucena para comunicarle que ya había regresado y que deseaba platicar con ella en un punto determinado.
Como esposos vivían en la colonia El Recuerdo, de El Salto, pero a la partida de Javier, ella, junto con sus tres hijas, una de las cuales procreó con Javier, se fue a casa de su madre Paula, ubicada en la colonia Bella Vista,
López Ramírez dijo que Azucena era su prima, y que el lunes salió de la casa donde también vive su hermana Perla, a la que le comunicó que iba a verse con Javier, porque le pidió que salieran a dar una vuelta, pero que no se llevara a las niñas, así es que se salió de la casa para cumplir con la cita.
Aunque Blanca Azucena no regresó a su domicilio, su madre y otros familiares pensaron que se la había pasado con él, pero como a las 11:00 horas del martes, llegó Javier y les dijo que iba por su esposa y sus hijas.
Perla, su cuñada, pensó que era una broma y le comentó: «Mi hermana ayer salió de la casa para verse contigo, pero él aseguro que no sabía a qué se refería, porque no la había visto».
Javier se retiró, no sin antes pedirles el teléfono que ella había dejado en el domicilio de su madre y por medio del que se había estado comunicando con él, justo en el que estaban los mensajes de texto mediante los que se pusieron de acuerdo para verse.
De Javier ya no volvieron a saber nada, hasta el miércoles que se lo encontraron en la calle y al preguntarle sobre Azucena; les respondió que la andaba buscando, incluso que sabía que en ciertas cabañas tenían secuestradas a unas muchachas y que iría para ver si entre estas se encontraba su esposa.
Para entonces, ya en las redes sociales se estaba pidiendo la colaboración de la ciudadanía para que ayudaran a encontrarla, en tanto que en las corporaciones policiacas se había reportado la desaparición.
Fue el viernes cuando los familiares de la joven mujer se enteraron que la Policía Investigadora de Delitos (PID), había detenido a Javier y que al ser interrogado, él mismo la había matado y los llevó hasta donde se encontraba su cadáver, justo en un paraje ubicado en el kilómetro 86 de la supercarretera a Mazatlán, cerca de Coyotes.
Ana Teresa, asegura que el cuerpo de la joven ya fue identificado por sus padres Ramiro y Paula, pero todavía la mañana de este sábado la Fiscalía General del Estado (FGE), emitió un boletín en el que afirma que el cuerpo de la mujer encontrado a la altura del kilómetro 86, no ha sido identificado y que la causa del deceso fue asfixia por estrangulación, pero además, proporciona su media filiación y ropa que vestía, para facilitar que sus familiares la reconozcan.
Entonces pues, por la versión dada a conocer por los familiares de la mujer sacrificada, todo hace suponer que se trata de un femenicidio, el que afortunadamente ya está esclarecido.