El Salto, Pueblo Nuevo, Durango.- En medio de un ambiente en el que la tristeza y el llanto era presa de la mayoría, familiares y amigos de Blanca Azucena Silva Ramírez, le dieron el último adiós en un día que se supone debe ser de celebración y alegría.

Fue precisamente el domingo en la mañana, Día de la Santa Cruz, cuando la hija de don Ramiro y doña Paula, salió de la casa en la que vivió los últimos días, ubicada en la colonia El Recuerdo, en el féretro color claro y con destino al camposanto, luego de haber perdido la vida en trágico acontecimiento de todos conocido.

Así es, el ataúd contenía los restos de la joven mujer de apenas 25 años de edad, la que con su repentina partida dejó un gran dolor entre sus seres queridos, sobre todos en sus padres, sus dos hermanas y esas tres pequeñitas que procreó, de siete, seis y tres años de edad, de las que tal vez de momento no alcanzan a comprender la gran pérdida que tuvieron.

Fue en el Panteón Municipal de El Salto, donde le dieron cristiana sepultura a la joven hija, hermana y madre, sepelio al que aparte de sus seres queridos acudieron muchas amistades y conocidos.

Ahora Blanca Azucena ya descansa en paz, pero empieza una nueva responsabilidad para la señora Paula y sus dos hijas, pues al hacerse cargo de sus nietas y sobrinas, respectivamente, tendrán que hacer su mayor esfuerzo para sacarlas adelante en cuanto a su alimentación, vestido y estudio.