Durango, Dgo.- Dice una frase muy conocida que cuando te toca, aunque te quites y cuando no te toca, aunque te pongas y podría aplicare a la perfección en el caso de un cumplido y valiente elemento de la Policía Investigadora de Delitos (PID).

Nos referimos a Roberto García Artea, quien durante sus aproximadamente 20 años como policía investigador, en varias ocasiones estuvo a punto de perder la vida, pero gracias a su preparación y valentía, siempre salió a salvo.

Durante la temporada violenta en Durango, cuando frecuentemente ejecutaban a elementos policiacos,  en  una ocasión  le cayó un comando armado a García Artea, justo cuando se encontraba en su casa de la calle Evita Muñoz, de la colonia Valla del Guadiana.

Esa vez lo atacaron a granadazos, hechos en los que solo resultó con daños la patrulla que traía a cago y la vivienda, pero si los autores de la agresión con  eso pretendían asustarlo o evitar que cumpliera con su labor,  no lo lograron y  siguió  trabajando al mismo ritmo.

Roberto García Artea,  también participó en la persecución y balacera que se desató la mañana de aquél 26 de Septiembre de 2007, es decir, hace 13 años, después del levantón del comandante de la Unidad Contra el Crimen Organizado (UCCO), Sergio  Muñoz.

Eran aproximadamente las 07:00 horas de esa fecha, cuando un comando armado privó de la libertad al  comandante Muñoz, justo al salir de su casa cerca del poblado 5 de Mayo y al ser avisados sus agentes por la esposa de este,  entre los que se encontraba García Artea, salieron  para tratar de rescatarlo y la persecución se dio por la carretera a Parral, hasta casi con los límites con Parral, Chih..

Durante el trayecto se registraron varios enfrentamientos, en los que perdieron la vida los agentes Jesús Rosales Acosta y Alfredo Monárrez Valverde, el propio comandante Muñoz y lesionada   Sandra Luna Martínez, en tanto que dos  de los agresores también fueron  abatidos, uno de  los cuales traía uniforme de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y les aseguraron un arsenal, entre estos un Barret calibre 50.

Pero si Roberto logró salir bien librado de ese y otros enfrentamientos, lamentablemente la enfermedad que lo aquejó durante los últimos días,  no pudo superarla y dejó  de existir el domingo 27 de  Septiembre.

El fallecimiento de este cumplido policía, ocurre exactamente  a 11 años 11 meses de que su hermano Antonio, quien a pulso se ganó ser sub titular de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), fuera ejecutado minutos después de haber salido de la Torre de la Fiscalía General del Estado (FGE), ya que al circular al volante de su auto blanco  por el bulevar Francisco Villa, lo emparejaron por dos vehículos, cuyos ocupantes le dispararon varias ráfagas de potentes rifles.

Con del deceso de Roberto, ya está  junto a su valiente hermano, ante lo que por este medio le enviamos nuestras sinceras condolencias a sus familiares, entre estas a Misael, quien es integrante de la misma corporación a la que pertenecieron sus hermanos. Descanse en Paz.

¿Conocieron nuestros lectores a este valiente policía?