Por Pilar Aguilar

Transcurría una noche del año 2017 cuando en un domicilio de la colonia Porfirio Díaz se celebraba formal acontecimiento social y por tal motivo se habían reunido los integrantes de dos familias. De un lado, los visitantes acudían para visitar y convivir unas horas con los habitantes de la residencia ubicada en el citado asentamiento. Todos comenzaron a conversar,  poco después se sirvió la cena, la mayoría la disfrutó acompañada de vino tinto, enseguida saborearon el postre y después, algunos de los invitados bebieron a lo mucho tres o cuatro jaiboles, esto mientras charlaban de distintos temas. Era sábado cuando inició la reunión y a eso de la una de la madrugada del domingo concluyó, todos se preparaban para salir, cuando una de las damas que se retiraría tomó su cartera, la revisó e hizo el siguiente comentario: «Gracias a Dios que aquí lo traigo, yo pensé que se me había olvidado». Alguien le preguntó a qué se refería y respondió inmediatamente que era algo que si le faltaba, en el trayecto a su casa, ubicada en una zona residencial, podría ser infraccionada, detenida y hasta llevada a alguna Delegación de Policía. ¿ La licencia de conducir?, le preguntó uno, ¿la tarjeta de circulación?, le inquirió otro y ella contestó, «no», es el billete para el retén, al tiempo que sacaba uno de a 500, le daba un beso y lo guardaba de nuevo, no sin antes comentar, “tú eres mi salvación”. Adivinó usted, amable lector, la señora, profesionista por cierto, muy reconocida por su labor y de buena familia, se refería que si los Agentes de la Policía Vial comisionados al operativo antialcohol la sorprendían manejando en el estado etílico que, que por cierto, no era muy elevado, al entregarles esos 500 pesos le permitirían seguir su trayecto hasta su residencia. Eso puso de manifiesto que tal como esa mujer, muchos que los fines de semana por las noches salen a divertirse un poco en algún lugar, saben cómo salir bien librados del retén antialcohol. El anterior comentario sale a colación, ante la controversia que ha generado en estos días la existencia de los llamados también puntos de revisión. Al respecto e interesado por el bienestar general, y a favor de que se implementen medidas preventivas, el Consejo Estatal Ciudadano (CEC) que dirige Jorge Clemente Mojica Vargas,  ordenó que en los últimos días se realizara una encuesta al respecto y de los mil 100 ciudadanos que opinaron, el 82 por ciento afirmaron que estos operan con fines recaudatorios y 62 por ciento que se prestan para una posible extorsión. El 63 por ciento considera que sí deben continuar, el 37 por ciento dicen que deben desaparecer y de los que dieron una respuesta que sí deben de instalarse, el 67 por ciento son adultos y el 33 por ciento son jóvenes. Como lo he mencionado en otras ocasiones en este mismo espacio, si ese 82 por ciento de los encuestados opinan que el operativo antialcohol lo hace la autoridad solo para recaudar dinero, pues es muy sencillo no contribuir, solamente con no manejar en estado de ebriedad sus vehículos dejarán de hacer su respectiva aportación y en cuanto a los que creen que se presta para extorsiones, pues deben hacer lo mismo, no conducir borrachos o si lo hacen, la noche o madrugada que los agarren, que no ofrezcan dinero a los agentes. Porque una realidad es que regularmente el conductor ofrece dinero cuando un Policía Vial lo sorprende cometiendo una falta al reglamento respectivo, principalmente cuando va al volante de un vehículo con unas copas encima, porque de ninguna manera quiere que lo dejen a pie, se lo lleven a encerrar y menos pagar los 4 mil pesos que cobra, si anda en segundo grado. De que el operativo antialcohol previene hechos de tránsito, creemos que muy pocos, porque el que se va a emborrachar, prefiere «sacarle la vuelta» a los retenes y con esa finalidad pide lo anexen al chat en el que se avisa en qué lugar están dichos filtros, antes de dejar de saborear la mexicana alegría. Esto está comprobado porque en algunos fines de semana han ocurrido mortales accidentes provocados por el consumo de alcohol y para no ir muy lejos, ahí está el sucedido la madrugada del 18 de agosto en avenida 20 de Noviembre, casi esquina con Lázaro Cárdenas que ya costó dos vidas, así como otros protagonizados en otras fechas y en distintos rumbos de la ciudad. Bueno, pues como ya estarán enterados, este jueves, Antonio Bracho Marrufo, el titular de la DMSP, citó a rueda de prensa para anunciar que a partir de este viernes, queda prohibido que la Policía Vial detenga al conductor que salga positivo en el examen antialcohol, así como que le aseguren el vehículo, ya que este podrá llevárselo un familiar o amigo que no ande ebrio y el borrachito será enviado a su casa en un taxi, pero eso sí, no habrá descuentos, mucho menos cancelación de ese tipo de multas. La información completa de este tema la podrán leer en nota aparte en esta misma edición… Por otro lado, a las 09:00 horas en el crucero de avenida Ferrocarril y Misión Santa Lucía, del fraccionamiento Tres Misiones, un automóvil marca Ford, tipo Contour, modelo 1998, color beige, conducido por Nubia Vanesa, de 30 años, choca por alcance a un autobús marca Mercedes Benz, color blanco, que era manejado por Juan Antonio, de la misma edad, sin que nadie resultara lastimado… Si  Dios quiere nos leemos nuevamente mañana y no se les olvide que yo les deseo el doble de lo que ustedes me desean a mí.