Por: Pilar Aguilar

Iniciamos esta columna con una cordial invitación: «¡Quédate en Casa!»… Ojalá y que ahora que se registró el lamentable deceso de una niña de dos años de edad a causa del Coronavirus, la gente comprenda que la pandemia que se vive y que originó que se declarara la emergencia sanitaria, no es un juego, broma o algo sin importancia, sino que es un peligro latente que acecha a todos para contagiarlos y quitarles la vida… Así es, para aquellos que tienen menos de 60 años y que estaban confiados en que el COVID-19 solo podía afectar a mayores de edad, el subsecretario de salud federal Hugo López-Gatell Ramírez, el miércoles les dio la mala nueva y eso los obliga a tomar todas las recomendaciones que se han hecho, pero la principal: «Quédate en Casa», claro, si en realidad le tienen amor a su vida y respetan la de los demás…Lo anterior lo comentamos, porque cuando estamos a punto de entrar a la fase tres, es decir, a lo más álgido y peligroso de la etapa de este virus que en el mundo ha matado a miles de personas, en México a cientos y en Durango a cuatro, aún hay personas que sin tomar las más mínimas precauciones andan en la calle solo por hacerlo, simplemente se salen de sus casas para “desaburrirse”, pero lo peor es que lo hacen sin tomar las más mínimas medidas preventivas, lo que los convierte en altamente vulnerables a contraer el Coronavirus, lo que equivale a colocarlos al borde del sepulcro…Lo más grave es que se trata de un virus muy contagioso y que por la irresponsabilidad de unos cuantos, ponen en riesgo la salud y la vida de muchas personas que sí hacen lo posible por cuidarse para mantenerse alejados al riesgo de contraer la enfermedad…Algo también muy reprobable es que algunas personas carentes de todo criterio y hasta con actitudes primitivas, han agredido y rechazado a algunas enfermeras, esto a pesar de que junto con los doctores y demás personal de los diferentes hospitales son los que están en la primera línea en esta lucha, batalla o guerra contra el Coronaviris… Así es, en estos momentos tan difíciles y ante la pandemia que amenaza a todos, son ellas y ellos los que, sin importarles poner en peligro su salud y hasta su vida, ahí están atendiendo a todo el que lo necesite, por lo que se considera criminal que algunas personas las y los maltraten, por el solo hecho de pensar que están contagiados y que pueden afectar a otros…Claro que este tipo de salvajadas fueron reprobadas por el grueso de la población y las más altas autoridades del estado y el municipio, los que aparte tomaron algunas medidas…Por ejemplo, el alcalde Jorge Salum del Palacio, le giró instrucciones a su director de Seguridad Pública, Antonio Bracho Marrufo, para que se diera a conocer un número telefónico y Whatsapp, para que todos los médicos y enfermeras que lo requieren, se comuniquen para trasladarlos gratuitamente y bien protegidos al hospital en el que laboran…Incluso, el propio Alcalde, a bordo de una patrulla la mañana del miércoles realizó uno de estos traslados que le han dado mucha tranquilidad y confianza de quienes trabajan en el sector de la salud… En ese mismo tema, el gobernador José Rosas Aispuro Torres, muy indignado ante una nueva agresión, manifestó que de ninguna manera permitirá este tipo de casos y ordenó a la fiscal General Ruth Medina Alamán, para que tomara medidas y se castigara a todo aquél que agredirá a algunas personas del sector salud…Pero mire usted, aparte de que a pesar de las agresiones las enfermeras y los doctores continúan trabajando en hospitales, hay algunos y algunas que ofrecen sus servicios a quienes los necesitan, completamente gratis…Un ejemplo es el caso de una de ellas que subió a su cuenta de Facebook lo siguiente: «Hola! Me presento. Mi nombre es Luisa Aguilar Flores, soy enfermera y vivo en el Mezquital, Durango. Sé que en estos momentos mucha gente necesita ayuda. Si tienes en casa a un adulto mayor o una persona vulnerable y que no puede o no debe  acudir a un hospital por la contingencia COVID-19 y necesita una canalización, un retiro de puntos, una curación, una inyección, toma de presión arterial o cualquier otro servicio por el cual no sea urgente ir al hospital, ofrezco mis servicios de manera GRATUITA». ¿Qué les parece?, ¿verdad que es realidad muy grande el corazón de los profesionales de la salud?…Estamos seguros que como la enfermera Luisa hay muchos y muchas que con el único interés de colaborar en esta pandemia, ofrecen sus servicios sin costo alguno… Si el resto de la población quiere hacer algo positivo, es muy fácil: «Quédate en Casa»… Si Dios quiere nos leemos nuevamente mañana y no se les olvide que yo les deseo el doble de lo que ustedes me desean a mí.