Por: Pilar Aguilar

Año con año, la Secretaría  de la Defensa Nacional (Sedena), en coordinación con los Gobiernos de los Estados, realiza una campaña de despistolización voluntaria, en la que anuncia beneficios económicos a quien entregue una o más armas de fuego de todo tipo en los centros de canje, de los que se establecen varios en cada entidad federativa…

La mecánica es que la persona que acuda a “donar” su pistola, rifle, bazuka o granada, sin averiguación alguna le regresan determinada cantidad de dinero, ésta de acuerdo al estado físico del arma, enseguida la destruyen en el mismo lugar y a la vista no solo de quien la entregó, sino de otras personas…

Cada ocasión que se reactiva el canje, los mandos castrenses y las autoridades gubernamentales de cada Estado convocan a sus habitantes para que participen en la campaña y que si tienen por ahí alguna arma, la entreguen y así se beneficien económicamente…

Sin embargo, el principal objetivo de esta cruzada es preventiva, para que esa pistola o rifle que existe en muchos hogares, ya sea porque la compraron, se las regalaron o dejaron algunos familiares que fallecieron, no vaya a ser tomada por alguno de sus integrantes inexperto en el manejo, o bien, por alguna niña o niño porque podría protagonizar una tragedia, como ya ha sucedido…

En síntesis, dicha campaña de desarme lleva implícito el mensaje de que tener un arma en la casa es muy peligroso y hasta problemas legales le puede generar al poseedor, esto en caso de que le sea asegurada por alguna autoridad…

Aunque algunas personas atienden el llamado y luego de reflexionar un poco optan por entregar el rifle o pistola u otro tipo de artefacto bélico, existen muchos que no lo hacen y prefieren quedarse con el peligro en casa…

Todo esto lo comentamos, porque luego que el niño José Angel, a sus escasos 11 años de edad provocara una balacera en el colegio Cervantes, de Torreón, Coahuila, quien luego de asesinar a su maestra, lesionar a cinco estudiantes y a otro maestro, se mató de un balazo, en el curso de las investigaciones salió a relucir que el arma calibre 40 y la otra calibre 25, eran propiedad de su abuelo…

José Ángel, de 58 años es el hombre que sin ninguna medida de seguridad tenía en su residencia dichas pistolas, por lo que su nieto las tomó, las llevó al plantel en el que estudiaba y provocó la tragedia…

Pero también ahora se sabe que José Ángel, de 37 años, hijo de éste y padre del menor protagonista, recientemente fue liberado de un penal estadounidense, donde pagó una condena por los delitos contra la salud y posesión de armas de fuego…

Bueno, al considerar las autoridades coahuilenses que don José Ángel cometió el delito de homicidio por comisión y omisión, al tener las armas en un domicilio donde vivía un menor de edad, es decir, su nieto, fue detenido…

Pero mire usted lo que son las cosas, ahora este padre y abuelo no solamente enfrentan el dolor de haber perdido a su hijo y nieto, respectivamente, sino que aparte de que el hombre de 58 años se encuentra privado de su libertad, es investigado porque en sus cuentas bancarias le encontraron mucho más dinero del que debe percibir legalmente, así como por haber comprado de contado últimamente lujosos vehículos, algunos de éstos blindados y situación similar ha hecho su esposa Rebeca, es decir, la abuela del niño…

Por lo que respecta al padre de 37 años, quien tiene una empresa de banquetes, también moviliza más dinero del que debe percibir, razón por la que igualmente es investigado…

Bueno, el tema es que la tragedia del viernes y todos los problemas legales que enfrentan abuelos y padres del protagonista, sucedieron porque el señor José Ángel mantenía irresponsablemente dos armas de fuego en su casa, las cuales si hubiera entregado durante la campaña que lleva la Sedena y el Gobierno de Coahuila, todo eso se hubiera evitado…

Por cierto, para quienes no los saben, la campaña de acopio de armas de fuego es permanente, y aunque no existan módulos de recepción, pueden acudir directamente a las instalaciones militares para entregarlas y así evitarse problemas…

En otro tema, a las 14:40 horas, en el crucero formado por el bulevar Francisco Villa y avenida Las Américas, una camioneta marca Ford, Explorer, modelo 1996, color blanco, conducida por Noé Osvaldo, de 30 años, choca por alcance contra una camioneta marca Toyota, Hilux, modelo 2017, que manejaba Omar, sin que nadie resultara herido…

Si Dios quiere nos leemos nuevamente mañana y no se les olvide que yo les deseo el doble de lo que ustedes me desean a mí.