Por: Pilar Aguilar

El martes en la mañana, mientras que en la Plaza Fundadores se desarrollaba el evento en el que la Dirección Municipal de Seguridad Pública (DMSP) ponía en marcha campañas de prevención, ahí cerquita, en el Congreso del Estado, un grupo de maestros y maestras de los CADIS, a gritos y con pancartas exigía que les pagaran sus salarios atrasados. Aquí lo que llamó la atención, es que a quien le pedían públicamente que les pagara, es al gobernador José Rosas Aispuro Torres, no al presidente López Obrador o al Gobierno federal, pues de este es de quien dependen. Si bien es cierto que el Mandatario duranguense recientemente contribuyó para pagarles algunas quincenas que se les debían, es por su compromiso con la educación y para ayudar a los profesores, pero no porque sea su obligación. Es cierto, el Jefe del Ejecutivo ha realizado gestiones para que la federación se ponga a mano con los maestros, pero de eso a que esté obligado a cubrir esos adeudos, existe mucha diferencia, así es que alguien les debe avisar a los mentores, que no es el Gobierno del estado, sino el federal, quien les debe esos salarios y es a este al que deben presionar con su movilizaciones… En otro tema, los menores siguen dando de qué hablar y solamente en las últimas horas se tuvo conocimiento del niño Nicolás de Jesús, de apenas 11 años de edad, quien el jueves fue llevado por su madre María Cristina, a la clínica número 50 del IMSS, esa que está a un costado de la Vendimia, cerca del fraccionamiento Fidel Velázquez, para que recibiera atención médica de una herida causada con arma blanca en el tórax. Lo extraño de este caso, es que al pedirle a los doctores información sobre los hechos, proporcionó datos falsos, por lo que cuando las autoridades intentaron localizarla, ya que el menor fue dado de alta porque la lesión no era de gravedad, no la encontraron, es más, ni el domicilio dio correcto. Ante lo anterior, queda de manifiesto que algunos padres, por alguna razón  muy poderosa cuentan mentiras cuando algo malo les sucede a sus hijos y dan la impresión de que quieren proteger a alguien…El otro caso es el de la pequeña que nació y fue abandonada por su madre en el callejón Del Naranjero, que es el que divide los fraccionamientos Villas del Guadiana uno y Valle de Guadalupe, la que de no ser porque la encontró Erik Martín, de 14 años, tal vez hubiera muerto de frío, pues después de la lluvia bajó la temperatura… Por otro lado, varios fueron los individuos a los que arrestaron policías preventivos durante las últimas horas, al ser sorprendidos drogados en la vía pública, por cierto, uno de ellos menor de edad. Juan Antonio, de 36 años, quien vive en el fraccionamiento Los Viñedos,  es uno de ellos, el que cuando alteraba el orden en  las calles Santa Catalina, entre San Juan y Camino a La Loma, de colonia San Carlos, fue interceptado y detenido, por estar alterado ante el consumo de sustancias tóxicas… Otro es Alejandro, de 37 años, al que bien mariguano lo agarraron los agentes municipales en calle Pino Suárez, entre Constitución y Bruno Martínez, del centro de la ciudad…  También bajo los efectos de sustancias tóxicas fue sorprendido por los uniformados el señor Sixto, de 49 años, este en el bulevar  Dolores del Río, entre las calles Francisco I. Madero y Juárez, de la zona centro… En calle Miguel de Cervantes Saavedra, entre avenida 20 de Noviembre y 5 de Febrero, los uniformados atraparon al adicto Edwin Fernando, de 23 años, quien vive en el fraccionamiento San Isidro, mientras que un menor de edad, también drogado fue arrestado en la esquina de las calles Guillermo Madrazo Basuari e Ideal del Pescador, de colonia Las Encinas… A Jorge Ricardo, de 30 años, quien radica en la zona centro, no lo detuvieron por drogarse, sino por maltratar a sus familiares en el bulevar Armando del Castillo Franco, entre Bárcena y  Guadalupe. Todos ellos fueron trasladados a las distintas estaciones de Policía, donde el Juez administrativo le aplicaría la sanción correspondiente… Si Dios quiere nos leemos nuevamente mañana y no se les olvide que yo les deseo el doble de lo que ustedes me desean a mí.