Por: Pilar Aguilar
Los centros de rehabilitación para personas adictas al alcohol y otras drogas siguen dando de que hablar, ahora debido a que al interior de uno de ellos, como lo damos a conocer en nota aparte, fue asesinado por violento interno un menor de edad. Sobre el tema existen dos versiones, una de estas es que el menor Pedro Gerardo Montaño Villa, de 14 años se encontraba de visita en “El Calvario”, como se denomina el anexo, del que su padre Pedro Vázquez García es el director y que al trata de evitar que el interno Joel discutiera con su papá porque trataba de escaparse, él intervino y fue golpeado con un objeto contundente en la cabeza, a causa de lo que perdió la vida. La otra, dada por Dayana José, hermana del hoy occiso, es que su papá no se encontraba en el centro, que mientras pedía “bendición” (apoyo para los internos), dejó de encargados al supervisor y al menor, quienes fueron los que trataron de evitar la fuga de Joel, cuando éste asesinó al menor, y enseguida logró su objetivo de escaparse. Pero aquí el punto no es cómo sucedieron los hechos, sino que lamentablemente un niño fue asesinado dentro de un lugar al que jamás se le debió permitir el acceso, por muy director que fuera su padre, simple y sencillamente porque a su corta edad, no debía convivir con adultos enfermos de alcoholismo o drogadicción. Entendemos lo que dice su hermana, en el sentido de que al pequeño sacrificado le gustaba ayudar a personas que habían caído en las garras del vicio, pero su padre debió comisionarlo para que realizara labores al exterior del centro, como por ejemplo, “pedir las bendiciones”, de manera que no tuviera contacto con los enfermos, pues uno de estos, con el afán de seguir consumiendo alcanzó la calle, sin importarle acabar con la vida de un inocente, aunque el gusto le duró muy poco, ya que fue capturado por la PID, por lo que lo encerrarán, ahora sí por muchos años. Para que casos como el anterior no vuelvan a ocurrir, es necesario que la autoridad competente intervenga para que regularice todos los centros de rehabilitación que operan con muchas fallas. Hasta donde tenemos entendido, es la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised), que depende de la Secretaría de Salud, es la responsable de atender el tema, por lo que su personal debe empezar a trabajar lo antes posible. Y es que ante el alto consumo de sustancias tóxicas en la entidad y debido a la gran demanda que existe de atención a los adictos, los centros de rehabilitación se han multiplicado por todas partes, de los que muchos operan sin permiso, en lugares que no están acondicionados para llevar acabo un adecuado tratamiento, pero lo peor, adolecen de las más mínimas medidas de seguridad y sin control de ninguna especie, por lo que además, ante la falta de profesionalismo y capacidad para tratar con adictos, en ocasiones la situación se les sale de control y los golpean, como fue el caso de Fundación Centauro, donde a finales del año anterior asesinaron a golpes al interno Enrique Villarreal Prado y ahora tenemos el lamentable deceso de un pequeño… En otro tema, a las 07:10 horas, en prolongación Lázaro Cárdenas y avenida Jesús García, del fraccionamiento La Forestal, al invadir carril un automóvil la marca Nissan, Sentra, modelo 2015, color azul, que era conducido por la señora Rosalba, de 54 años, choca contra una camioneta marca General Motors, Pick-up, modelo 1978, color verde, que era manejada por el señor Gerardo, de 60 años, hechos en los que afortunadamente ninguno de los dos resultó lesionado… A las 01:05 horas de este viernes, agente de la Policía Vial ingresaron a los separos de la Estación Norte al joven Luis Mario, de 22 años, quien tiene su domicilio en la colonia Silvestre Dorador, luego de que fue sorprendido en calle Juárez, entre avenida 20 de Noviembre y 5 de Febrero, cuando en segundo grado de ebriedad conducía un vehículo, por lo que sería el Juez Administrativo quien lo sancionaría… Si Dios quiere nos leemos nuevamente mañana y no se les olvide que yo les deseo el doble de lo que ustedes me desean a mí.