Canatlán, Durango.- Durante décadas, los fruticultores de este municipio han sido atacados por diferentes plagas  de todo tipo, también por las inclemencias del tiempo, pero afortunadamente han logrado sobrevivir.

Sin embargo, últimamente apareció una que la realidad no han podido exterminarla, simple y sencillamente porque la autoridad encargada de hacerlo, no ha agarrado en serio el problema.

Cuentan a la corresponsalía de Grupo Garza Limón, los dueños de huertas, que en esta ocasión la “plaga” que los está afectando mucho su economía, es la de los ladrones, ya que en los últimos cuatro meses, al menos 15 personas, entre patrones y empleados, han sido afectadas.

Es en el  barrio conocido como Las Tlazoleras, donde en el tiempo mencionado, los  autores esperan que en las huertas se termine la jornada laboral y los empleados dejen sus herramientas en algún lado, incluso dentro de modestas casitas, para aparecer y robarlas.

Palas, azadones, talachos y hasta bombas de agua es lo que se han robado y en el caso de quienes viven en las huertas, los rateros entran a sus casitas y se llevan camas, parrillas en la que calientan sus alimentos y otros enseres.

Ante tanto robo, los afectados ya denunciaron ante las autoridades locales, pero éstas hasta el momento no han hecho nada, ante lo que por este medio solicitan que se le ponga más atención al problema para que exterminen esa “plaga” de dos patas que los trae con el huarache en la mano.