Por: Pilar Aguilar

Durango, Dgo.- Ante la presencia de sus padres, esposa e hijos, así como de otros familiares, este lunes se le rindió un merecido homenaje póstumo al comandante de la Policía Investigadora de Delitos (PID), Ramón Orozco Reyes.

Fue en el patio central de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde se realizó la sentida ceremonia y a la que asistieron un representante del gobernador José Rosas Aispuro Torres, los Vicefiscales, el titular de la corporación, mandos y agentes de la misma.

Aproximadamente a las 12:00 horas llegó Orozco Reyes, pero no de pie como lo hizo durante 16 de los 42 años de su existencia, sino a bordo de una carroza fúnebre y enfundado en un féretro color café, el cual fue bajado por sus compañeros para colocarlo en el centro de la explanada.

Desde poco antes, ahí se encontraban ya el secretario General de Gobierno, Adrián Alanís Quiñones, los Vicefiscales, el General

Roberto Bravo Ontiveros, el de Litigación e Investigación, Iván Eliazib  Botello Castro, Celina López Carrera, de Control Interno, Análisis e Investigación, así como el director General de la PID, Víctor Adrián Macías Dozal y la directora de Servicios Periciales, Claudia Calvo Quinteros.

Fue el comandante Sergio Rangel, quien hizo uso de la palabra para dar a conocer la remembranza de su compañero fallecido, del que dijo: «Hemos perdido a un gran elemento que ingresó en el año 2003 a la corporación».

Señaló que Orozco Reyes fue hijo de un hombre que se desempeñó como soldado militar y policía municipal, del que heredó el gusto por servir a la sociedad como agente investigador en el área de homicidios, pero al tener la intención de sobresalir, siempre se preocupó por actualizarse para obtener los conocimientos y cumplir mejor con su deber.

Debido a su empeño y dedicación, se ganó a pulso el puesto de jefe de grupo y desde hace nueve años, el de comandante de todos los integrantes de esa sección, conocida ahora como Unidad de Delitos contra la Vida y la Integridad Corporal, donde esclareció más de 200 homicidios, por lo que su ausencia dejó un gran vacío en la institución.

Posteriormente, la investigadora María de Jesús Zamora, leyó la Oración del Policía, esa que menciona que aunque el policía se juega la vida diariamente para servir a la sociedad, la que normalmente no agradece y solo critica.

Enseguida Macías Dozal leyó la lista de presentes y al mencionar el nombre del comandante Ramón Orozco Reyes, aparte de sus familiares, a muchos elementos se les rodaron las lágrimas por sus mejillas.

Entre los mandos, estaba su compañero de generación el subdirector Sergio Robles Bolaños, así como el coordinador Operativo Juan Carlos Torres Arámbula y Sergio Ramírez, quien se desempeña como primer comandante.

Sentados en primera fila, todo era escuchado por el exsargento segundo del Ejército Mexicano y expolicía preventivo por casi dos décadas, don Ramón Orozco López, su padre, así como por su mamá Carmen Reyes Morales, quienes un día junto con su hijos salieron de su natal San Pedro y Anexos, en el municipio de Rodeo, Durango, para buscar en la capital mejores condiciones de vida.

También estaba presente la compañera de su vida, Claudia Morquecho Olguín, al igual que los hijos de ambos, Braulio y Axel Orozco Morquecho, de 14 y ocho años de edad, respectivamente, así como su hija Mariela, los que apenas el día 28 de Agosto estaban muy felices porque Orozco Reyes recibió su título de Licenciado en derecho, pero que ahora permanecían muy tristes ante su repentina partida, aunque sí participaron en el aplauso con el que fue despedido este policía de pies a cabeza… Descanse en Paz.