Tras sufrir una extorsión desaparece un jovencito y después de un mes, encuentran su osamenta en lo alto de un cerro.

Quien tras sufrir una extorsión desaparece, es un jovencito de origen zacatecano, según datos aportados por  sus familiares.

Como se lo dimos a conoce en su oportunidad, Miguel Ángel Espinoza Favela, desapareció misteriosamente de su rancho ubicado en el poblado Francisco I. Madero, Sombrerete, Zacatecas.

De 17 años  edad, a eso de las 14:00 horas del día siete de julio, Espinoza Favela se encontraba trabajando en una parcela, en compañía de un hermano menor.

En esos momentos, le pidió a su hermanito que fuera a la casa de ambos para que le trajera una herramienta, y el chico obedeció.

Al regresar  a donde dejó a su hermano, el menor no lo encontró, lo  buscó en las cercanías y al no hallarlo, avisó a sus padres Miguel Angel Espinoza Herrera y Margarita Favela

Ese día era martes y la búsqueda  del menor en los alrededores, empezó por parte de familiares y  amistades, pero no lo encontraron.

Días después la denuncia de su desaparición se presentó en la Fiscalía de Zacatecas, se activó la alerta Amber y se divulgó a todas las entidades.

Mientras tanto, los familiares  no dejaban de buscarlo en las cercanías y seguían las pistas que les daban algunas personas.

Búsqueda sin resultados

Alguien les dijo que el día que desapareció lo vio caminar con dirección al poblado Ignacio Allende, que se  ubica a cinco kilómetros de Francisco I. Madero.

Unos 15 días después, llegaron a la zona elementos de la Guardia Nacional y de Protección Civil, lo rastrearon en los alrededores y todo fue en vano.

Por fin hallan, pero su osamenta

Fue el jueves de la semana pasada, cuando debajo de un mezquite ubicado en  un cerro llamado Rincón de la Soledad, ubicado entre Ignacio Allende y Francisco I. Madero, localizaron una osamenta.

Aunque esta tenía el pantalón y los zapatos que Miguel Angel vestía y calzaba el día que se perdió, y a un costado estaba la camisa que traía en esa fecha  se hicieron pruebas para estar seguros de que los restos óseos eran del extraviado.

Al avisar a las autoridades, se llevaron la osamenta a la Fiscalía de Zacatecas, se hicieron los estudios de ADN y todo quedó claro: pertenecen  al joven extraviado.

Antecedentes de extorsión

Se sabe que antes de su desaparición, el jovencito recibió llamadas de extorsión, e incluso pidió prestado y entregó algo de dinero, pero se ignora si su fallecimiento está relacionado con eso. Descanse en Paz.

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