Sacerdote no llegó al bautizo, lo ejecutaron en el camino al pueblo donde también oficiaría la misa a una quinceañera.

El sacerdote que no llegó a la comunidad en la que realizaría las actividades religiosas, quedó sin vida al lado de la camioneta que conducía.

Conforme pasan las horas, se sabe más de este lamentable caso en el que murió el párroco Juan Antonio Orozco Alvarado.

El radicaba en la parroquia Santa Lucía de la Sierra, perteneciente al municipio de Valparaíso, Zacatecas.

Ayer en la mañana salió de esa comunidad con destino al poblado Pajaritos, municipio de El Mezquital, Durango, en una camioneta marca Nissan, Frontier, color rojo, perteneciente a la Comunidad Franciscana de la Parroquia Santa Lucía.

Orozco Alvarado oficiaría una  misa para una jovencita que cumplió 15 años y además bautizaría a unos niños, esto en el poblado Pajaritos.

Sin embargo, aproximadamente a las 10:00 horas, poco antes de llegar al poblado Canoas, se registró un enfrentamiento entre dos grupos delictivos.

Dicen los lugareños que el padre llevaba su atuendo propio de la religión, que al  ver la balacera tal vez quiso bajar para identificarse, pero lo perforaron las balas.

El cadáver quedó boca abajo, a un costado de la camioneta que manejaba, la que también recibió varios impactos y resultó con cristales rotos.

Aunque se comentó que en el enfrentamiento, aparte del sacerdote  fallecieron otras personas, no se encontraron otros cuerpos.

Al ser avisadas las autoridades, llegaron elementos de la Guardia Nacional (GN) Policía Estatal (PE) y de la Policía Investigadora de Delitos (PID).

Posteriormente el Agente del Ministerio Público ordenó que el cadáver  trasladaran al anfiteatro de la Fiscalía General del Estado (FGE), para que le practicaran la autopsia de  ley.

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