En juego dos opciones de Gobierno
Por: Jorge Ánima
A lo largo de la historia política nacional, hemos tenido dos opciones de Gobierno: los conservadores y los transformadores.
Tenemos solamente dos visiones de Gobierno y la sociedad los identifica. Por el lado izquierdo, es la transformación, es decir, la coalición Sigamos haciendo historia, compuesta por Morena, PT y Verde, el cual representa al lópezobradorismo, y ahora al claudismo; por el lado derecho está el conservadurismo.
Nos encontramos en la recta final de las campañas electorales que dictarán el destino nacional en los próximos años del Poder Ejecutivo; lo mismo será de manera parcial en el Poder Legislativo, ya que están a elección este mismo, el cual se compone por la Cámara de Senadores integrada por 128 miembros, durante seis años, al igual que la Presidencia de la República. La otra mitad del Poder Legislativo es la Cámara de Diputados, compuesta por 500 legisladores, por un lapso de tres años. En el estado de Durango, se renueva el Congreso local, es decir, 25 diputados de la entidad con un periodo de tres años.
También entra en juego el Poder Judicial, que, si continúa la transformación compuesta por el bloque de Morena, PT y Verde, seguramente habrá una reforma integral a favor del pueblo de México. Si el bloque conservador, compuesto por el PRIAN y encabezado por Xóchitl Gálvez, podríamos tener el mismo ineficiente Poder Judicial que a vista de los mexicanos está plagados de corrupción.
Los denominados programas de Bienestar creados e impulsados por la 4T que tanto han beneficiado a las familias mexicanas y duranguenses, con una derrama económica en el año 2023 de 14 400 millones en más de una decena de programas, como son Pensiones para Bienestar y Becas Benito Juárez, programas rechazados en votación por el PRIAN y ahora como medida electorera quieren colgarse de ellos; si lograran ganar, no tendría lógica que continuaran.
La concepción del sistema educativo y de salud por un lado es gratuito y universal con calidad, por el otro, es privado y elitista, teniendo por así decirlo dos visiones de servicio, una para el pueblo y otra para las élites.
Como conclusión, podemos decir que ahora en 2024 está en juego prácticamente en su totalidad el Estado mexicano, comprendido por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, incluso en mayor medida que en 2018.