Por Quetzal Herrera

La semana pasada el secretario general de Gobierno, Héctor Flores Ávalos, dio a conocer que la tradicional ceremonia del Grito de Independencia sí se estaría llevando a cabo, con un acceso restringido y de manera virtual, todo derivado de la pandemia, por lo que el jefe del Ejecutivo, José Rosas Aispuro Torres, estaría dando el último grito correspondiente a sus administración desde los balcones del museo Francisco Villa, pues cabe recordar que los mandatarios estatales asumen su responsabilidad constitucional el 15 de septiembre, el caso del actual mandatario asumió las riendas de la entidad en esa fecha del 2016, por lo que quien habrá de encabezar dicho acto cívico en el 2022 será quien resulte ganador en el proceso electoral del próximo año.

Por lo que quizá es que a partir de esta fecha, 15 de septiembre, podría decirse que comienza realmente a correr el último año de la administración estatal, y en consecuencia los ánimos entorno a quién será su sucesor subirán cada vez más de tono, un hecho cíclico en cada sexenio, pues nuestro sistema político ha generado que aun cuando es un tiempo considerable, el movimiento de los aspirantes toma tintes de campaña proselitista, muchas veces disfrazada de otros factores que vayan permitiendo esa movilidad en todo el territorio estatal, claro, dependiendo de la estrategia de cada persona.

El asunto radica en que las modificaciones a nuestra reglamentación electoral, al acortar el tiempo que se tiene para realizar las campañas constitucionales, impide que se tenga presencia en todos los municipios, y esto ha llevado a los aspirantes, de todos los partidos, a diseñar “precampañas” que si bien no están fuera de la ley, por tratarse de una movilidad bien fundamentada, sí se corre el riesgo de que puedan venir sanciones cuando se detecte alguna irregularidad, por lo que muchas veces el adelantarse de más a los proceso internos de selección de candidatos, y luego a las campañas, podría jugar en contra si no existe armonía entre lo legal y el deseo de buscar posicionarse ante la sociedad.

La elección del 2022 sin duda nos traerá sorpresas en cuanto a las alianzas y a los candidatos que cada partido presentará para estar considerados en la boletas, sin duda seremos testigos de la bifurcación en la que nos encontramos como estado, o mantenemos una ideología basada en los partidos que podrían ir en alianza, o que incluso al ir cada quien por su lado representan una forma de gobernar, y por el otro lado la que se ha generado desde Palacio Nacional desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador; el tiempo cada vez es menor de lo que le resta a este gobierno, y no tarda en llegar el día en que con nuestro sufragio determinemos la ruta que como sociedad estaremos emprendiendo.

Esteban Villegas, Jorge Salum, Jaime Rivas, Héctor Flores, Marina Vitela, José Ramón Enríquez, Héctor Arreola, Margarita Valdez, Enrique Benítez, Homero Martínez y Manuel Espino, son solo algunos de los aspirantes que buscarán dar el Grito de Independencia el 15 de septiembre del próximo año, solo uno podrá hacerlo, y a partir de ese momento conoceremos los alcances, compromisos y visión de una nueva administración pública estatal, donde muchos esperamos que el objetivo real sea Durango y su gente, y no solo pensar en grupos de poder con intereses en lo personal, o peor aún, con revanchismos de por medio.

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