Por: Margarita Valdez

Miles de mexicanos durante décadas han dependido de un salario insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas. Durango es uno de los estados con menor poder adquisitivo, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), por lo cual es una excelente noticia que el salario mínimo en el país aumente en un 20 por ciento a partir del 1 de enero del próximo año.
Un 67.5 por ciento del total de los trabajadores formales en Durango reciben entre uno y dos salarios mínimos, es decir, en nuestra entidad habrá un número importante de beneficiarios por la medida adoptada por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos que está respaldada por las directrices del Gobierno Federal, es decir, el presidente Andrés Manuel López Obrador le cumple a las y los trabajadores duranguenses y de todo México con hechos.
También es importante destacar que los gobiernos emanados del PRI solo impulsaron incrementos sexenales en conjunto del 17 por ciento, mientras que los panistas, como el de Felipe Calderón, apenas un exiguo 0.78 por ciento. Lo anterior demuestra que mejorar el poder adquisitivo de la clase trabajadora nunca fue para la oligarquía neoliberal una prioridad, y contrario a las amenazas de que el aumento salarial dañaría la economía del país al provocar un proceso inflacionario, este mal augurio no se cumplió.
El gobierno de la 4T, desde su inicio, ha mostrado de manera permanente una genuina preocupación por aumentar el salario mínimo, que se ha refrendado año con año en la actual administración, ya que esto es de gran importancia para equilibrar las desigualdades socioeconómicas, como eje prioritario de su política pública.
Desde el legislativo también hemos promovido reformas en favor de la clase trabajadora, tales como la regulación del outsourcing, la libre sindicalización, la ampliación de los días de vacaciones a partir del primer año, la reforma para trabajadores independientes, seguridad social para trabajadoras del hogar entre otras.
El aumento del salario mínimo a 248.93 pesos es el inicio de la disminución real de las brechas sociales que durante décadas han sido la causa de pobreza, violencia y desamparo para millones de mexicanas y mexicanos. Estas reformas promovidas en unidad entre el Ejecutivo y Legislativo deberán continuar los próximos años para construir una nación más libre, justa y fraterna.