Por: Perla Meraz
Guadalupe Victoria, Durango. – Jesús Martínez Montenegro, cronista oficial del municipio, narra la historia detrás de los altares de muertos que se colocan año con año en los hogares en honor a quienes ya no están físicamente.
Así como la historia de la celebración en México del Día de muertos, misma que afirma “existía mucho tiempo atrás, concretamente desde hace tres mil años”.
Anteriormente la celebración tenía una duración de 15 días y ocurría en el mes de julio, sin embargo, el Papa Urbano designó que se cambiara al mes de noviembre.
Con la finalidad de fusionarla con la festividad de los españoles, quienes, al llegar a nuestro país, mostraron parte de su cultura.
También explica que el altar de muertos, tal y como ahora se conoce, proviene de la cultura española adaptada a la festividad mexicana.
Colocando en los altares todo aquello que era del gusto del difundo, como comida, bebidas y juguetes cuando se trata de niños.
Pero también se adorna con un espejo, flores de cempasúchil y la tradicional cruz de sal, que ayuda a las almas a volver a nuestro plano.
El cronista oficial contó también la historia del actual panteón con que cuenta esta ciudad y que data desde 1918.
Destacando que durante la fiebre española el camposanto que se tenía en aquellos años se llenó.
Por lo que fue necesario buscar un espacio nuevo donde poder enterrar a los muertos, ubicándolo al oriente, a las afueras de Guadalupe Victoria.
Recibiendo su nombre en honor a las primeras personas que ahí fueron sepultadas, siendo Pedro Martínez, esposo de Felipa Navarrete, la primera persona en poseer ahí una tumba.
Por ello de manera inicial, recibió el nombre de San Pedro, sin embargo, días después fallecieron tres niños, dando así el nombre final de San Pedro de los Ángeles.