Guadalupe Victoria Dgo. El cerebro es el centro de comando de su cuerpo. Está formado por células nerviosas que mantienen a su cuerpo funcionando, incluso mientras usted duerme. También controla cómo se siente, aprende y recuerda las cosas. Y para hacer todo este trabajo, el cerebro usa el azúcar en la sangre para obtener energía. El cerebro es el órgano que más energía requiere: necesita la mitad de toda la energía que provee el azúcar en el cuerpo para funcionar correctamente.
Si sus niveles de azúcar en la sangre están fuera de los valores normales, pueden desequilibrar su centro de comando. De la misma manera que la diabetes puede causar daño a los nervios de los ojos, los pies y las manos, también puede afectar el cerebro al dañar los nervios y los vasos sanguíneos. Esto puede llevar a problemas con la memoria y el aprendizaje, cambios de humor, aumento de peso, cambios hormonales y, con el tiempo, a otros problemas graves como enfermedad de Alzheimer.
Debido a que el cerebro depende del azúcar como fuente de energía, usted podría pensar: “Mientras más azúcar le dé, mejor estará mi cerebro”. Pero eso no podría estar más lejos de la verdad. Tener episodios frecuentes de hiperglucemia (niveles altos de azúcar en la sangre) puede crear estrés en el cerebro. Y debido a que los efectos de los niveles altos de azúcar en la sangre ocurren a lo largo del tiempo y no son inmediatamente evidentes, muchas personas no saben que están afectando su cerebro.
Mantenga la salud del cerebro en mente
Hay cosas que puede hacer para mejorar o prevenir tener problemas con la salud del cerebro y la diabetes, como, por ejemplo:
- Seguir un plan de alimentación saludable que se ajuste a sus necesidades.
- Mantener un peso saludable.
- Monitorear sus niveles de azúcar en la sangre.
- Mantener sus niveles de azúcar en la sangre dentro de sus valores deseados.
- Hacer actividad física regularmente.
- Tomar los medicamentos según las indicaciones.
- Escoger no beber alcohol, o beber con moderación.
- Dejar de fumar si fuma.
- Manejar el estrés.
- Hablar con su médico sobre las preocupaciones que tenga.
Por: Edsson Zamarripa