Peñón Blanco, Durango.-Desde hace más de 30 días, un grupo de habitantes de la zona norte de la cabecera municipal de Peñón Blanco se mantiene en protesta permanente en un terreno en el que las autoridades municipales proyectaron la construcción de un nuevo panteón. La obra generó una fuerte oposición por parte de los manifestantes, quienes argumentaron que la ubicación del cementerio podría poner en riesgo un recurso natural vital para la comunidad: un manantial subterráneo que abastece de agua a tres colonias y que es utilizado tanto para el consumo humano como para el riego de parcelas y la hidratación de animales.

En ese sentido, los vecinos expresaron su preocupación por los posibles efectos contaminantes que podría tener el panteón sobre el manantial, ya que la filtración de sustancias provenientes de los cuerpos en descomposición podría afectar la calidad del agua y generar un grave problema de salud pública. Según los manifestantes, no se presentó un estudio de impacto ambiental que garantice la seguridad del acuífero, ni se han realizado consultas ciudadanas para considerar las inquietudes de la población antes de iniciar la obra.

Hasta el momento, las autoridades municipales no han emitido una respuesta oficial que atienda las preocupaciones de los habitantes. Sin embargo, la comunidad se mantiene en pie de lucha, organiza reuniones y recaba firmas, para solicitar la intervención de instancias estatales y federales que puedan evaluar la viabilidad del proyecto y garantizar la protección del manantial.

Los manifestantes advirtieron que continuarán con sus acciones, hasta que se escuchen sus demandas y se busque una solución que no comprometa el acceso al agua potable en la zona. En este contexto, se hizo un llamado a las autoridades, a priorizar el bienestar de la población y la preservación del medio ambiente sobre la ejecución de un proyecto que podría traer consecuencias negativas para toda la comunidad.

Por: Edsson Zamarripa