Guadalupe Victoria, Dgo. La actividad física, definida como cualquier movimiento corporal que requiere gasto de energía, contribuye a prevenir enfermedades crónicas y degenerativas como sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, ansiedad, depresión y trastornos del sueño, señaló un especialista de la Dirección General de Promoción de la Salud.
En cambio, el sedentarismo o inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad en el mundo, debido a que está asociado con el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT).
La actividad física también ayuda a la adecuada función cardíaca y capacidad respiratoria; disminuye el estreñimiento y fortalece músculos, huesos, ligamentos y articulaciones. Mejora la circulación y favorece la oxigenación para la producción suficiente de neurotransmisores que, a su vez, impactan de forma positiva en las capacidades cerebrales como pensamiento, razonamiento y estado de alerta. Además estabiliza el ciclo de sueño y el estado de ánimo.
La OMS aconseja que lo ideal para mejorar la salud es realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada a la semana; es decir, 30 minutos diarios o 15 minutos con actividad aeróbica vigorosa, o bien una combinación de ambas.
En el ámbito escolar, es indispensable que dentro del proceso educativo se incluya el juego, el deporte y la recreación, ya que contribuyen a formar hábitos para que niñas, niños, adolescentes y jóvenes disfruten una vida activa y saludable.
Por: Edsson Zamarripa