Por: Perla Meraz 

Guadalupe Victoria, Durango.- En junio de 1973 egresó la primera generación de la Escuela Secundaria Técnica número 8, entonces Escuela Técnica Industrial y Comercial 126, y con anticipación hombres visionarios y preocupados por el progreso de este municipio, iniciaron el análisis de una necesidad que surgiría: la creación de una institución educativa del nivel medio superior, para no truncar los deseos de proseguir sus estudios a muchos jóvenes que se verían impedidos por no disponer de recursos económicos.

Dicho grupo de personas, encabezado por los señores Agustín Villarreal Díaz y Luis Retana Retana, integrantes del patronato de la ETIC 126, y apoyados por el director, Adolfo Limas Sánchez, aprovechó un 6 de enero de 1973, la visita que realizó a esta ciudad el entonces gobernador del estado de Durango, Alejandro Páez Urquidi, con motivo de los festejos conmemorativos del L Aniversario de la escuela primaria Jesús Agustín Castro, y le expuso al mandatario estatal la solicitud de que se creara la institución educativa requerida en la cabecera municipal.

Páez Urquidi acogió con agrado la petición, informándoles a los voceros que en breve viajaría a la capital de la República, y aprovecharía su estancia ahí para exponer el proyecto ante los funcionarios competentes; muy optimista indicó que en dos meses o poco más se obtendría una respuesta.

El Gobierno del presidente de México, Luis Echeverría Alvarez, (1972 -1976) entre otras características, tuvo la de apoyar notablemente a la educación tecnológica, y además, el interés especial mostrado para que la petición tuviera una respuesta satisfactoria, por parte de Héctor Mayagoitia Domínguez, duranguense nacido en Gómez Palacio, Durango, y en tal tiempo subsecretario de Educación Tecnológica Industrial, hizo posible que en abril siguiente del mismo año 1973, el presidente Echeverría Alvárez expidiera un decreto autorizando para Guadalupe Victoria, Durango, un Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos. A la brevedad se inició la construcción del CECyT 202 en amplio terreno concedido por los ejidatarios, ubicado hacia el sur del centro de la ciudad.