Guadalupe Victoria, Durango. – El panorama actual para el sector agrícola y ganadero de la región de los Llanos se presenta desafiante. En medio de esperanzas depositadas en la próxima temporada de lluvias, las comunidades rurales luchan por mantener sus actividades productivas frente a los efectos persistentes de la sequía.

De acuerdo con el último informe del Monitor de Sequía en México (MSM), los municipios de esta zona se encuentran clasificados en niveles de sequía moderada a sequía severa, lo que ha impactado significativamente tanto en los cultivos como en la ganadería.

En el ámbito agrícola, son pocas las parcelas que actualmente se encuentran en labores de preparación para el próximo ciclo. La ola de calor que afecta la región ha provocado un incremento en la evaporación superficial, fenómeno que, aunque adverso en el corto plazo, podría favorecer el ciclo hidrológico si se traduce en precipitaciones futuras.

En el sector ganadero, la situación es crítica: la mayoría de los abrevaderos y varias presas de la zona están completamente secos, lo cual representa una amenaza directa para la supervivencia del ganado, en especial bovino y ovino.

Ante este contexto, surgen interrogantes clave sobre las acciones urgentes que deben emprenderse para favorecer la recuperación ecológica y la regulación natural del ciclo del agua, incluyendo medidas de conservación de suelos, captación de agua de lluvia y reforestación.

A pesar de las adversidades, el espíritu de resiliencia permanece firme entre los productores locales, quienes ya se preparan —tanto en lo técnico como en lo espiritual— para el inicio del nuevo ciclo agrícola, con la esperanza de que las condiciones climáticas mejoren en los próximos meses.

Por: Edsson Zamarripa