Una protesta impactante sacudió una tienda de Tesla en el oeste de Londres, cuando dos activistas de Just Stop Oil arrojaron látex líquido naranja sobre el robot humanoide Optimus, que aún se encuentra en desarrollo.

Este acto se realizó como parte de una manifestación contra el multimillonario Elon Musk, conocido por sus posiciones políticas y su estrecha relación con figuras de la derecha, como el expresidente estadounidense Donald Trump.

El incidente ocurrió cuando el robot de tamaño real, que representa uno de los proyectos más innovadores de la marca, estaba siendo exhibido como parte de las demostraciones de tecnología avanzada.

A pesar de que Optimus aún no está en funcionamiento, su presencia en las tiendas de Tesla ha sido utilizada para generar atención y mostrar el futuro de la automatización y la inteligencia artificial.

La protesta fue llevada a cabo por dos miembros del movimiento Just Stop Oil, conocido por su lucha en contra de la extracción de petróleo y gas en el Reino Unido. La organización exige que el gobierno británico ponga fin a la extracción de estos combustibles fósiles para 2030, con el objetivo de frenar la crisis climática.

El acto de protesta también se enmarca dentro de una creciente controversia en torno a Elon Musk y sus influencias políticas. El multimillonario ha utilizado su plataforma X para apoyar a partidos y figuras de la derecha en varios países, incluyendo Gran Bretaña, Alemania, Italia y Rumania, lo que ha provocado división y descontento tanto en su país natal como a nivel internacional.

Aunque Musk continúa siendo un aliado cercano de Trump, su popularidad ha disminuido entre muchos estadounidenses. En este contexto, sus políticas, que incluyen recortes presupuestales y propuestas para reducir el tamaño del gobierno, han generado tensiones dentro del Partido Republicano, enfrentando a legisladores y votantes en distintos estados.

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Protestas pacíficas

En las últimas semanas, las tiendas de Tesla en Estados Unidos y Europa han sido escenario de protestas pacíficas y disruptivas, como la que se vivió este miércoles en Londres. Los activistas de Just Stop Oil, que no es la primera vez que utilizan métodos polémicos para llamar la atención, continúan en su lucha por un futuro sin combustibles fósiles, desafiando tanto a líderes como a empresas influyentes, incluidos aquellos como Musk.