Después de varios meses de espera, Bard, la IA de Google, por fin está disponible en nuestro país. La competencia de ChatGPT continúa con su expansión para ganar terreno en uno de los ámbitos más importantes de la tecnología actualmente.

Para acceder a Bard es tan sencillo como entrar a su sitio web dedicado. Una vez dentro, se nos pedirá acceder con una cuenta de Google y aceptar los términos y condiciones. Una vez saltados esta parte, ya podemos utilizar la interfaz como cualquier otra.

Aquí es donde empiezan un poco los problemas. Primero que nada, aunque Bard ya está disponible en México, todavía no es capaz de procesar el idioma español. Esta es una gran desventaja, ya que ChatGPT puede procesar tanto en inglés como español, tanto su versión de OpenAI como la que viene integrada en Bing.

Esto puede significar un duro golpe para Google, ya que muchos usuarios se verán menos atraídos a probar Bard debido a que no entiende español. Sin embargo, con ayuda de un traductor es posible manejar la aplicación sin muchas complicaciones.

Otro punto débil está en sus prompts. Esto es un detalle menor, sobre todo si consideramos que se trata de una versión experimental. Aun así, es apropiado mencionar que no todos los prompts que intentemos usar funcionarán adecuadamente. La limitación se nota más si ya has trabajado con otros modelos de lenguaje más avanzados, por lo que no debería representar un problema para tareas básicas y del día a día.

Pero que estos detalles no te engañen, Bard sigue siendo una herramienta que demuestra su calibre. Hablamos de la IA insignia de Google y la que busca rivalizar con OpenAI en dicho terreno. Claramente hay cosas que mejorar, pero jugando una carrera larga, podría sorprendernos a todos.

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