Los viajes en el tiempo han sido una fascinación arraigada en la imaginación popular, alimentada por obras de ficción como «Volver al futuro».

El deseo de cambiar o arreglar eventos del pasado ha cautivado a muchas personas a lo largo de los años. Ahora, un artículo publicado por «New Scientist» revela un intrigante avance científico: la manipulación del entrelazamiento cuántico de partículas, que permite conexiones instantáneas a larga distancia entre ellas.

Este avance plantea la posibilidad de viajar en el tiempo, explorando las teorías de las curvas cerradas de tipo tiempo (CTCs), que sugieren la viabilidad de que una partícula regrese a un punto anterior en el espacio-tiempo.

Sin embargo, aunque este concepto abre la puerta a un territorio científico fascinante, también plantea cuestiones profundas sobre la naturaleza del tiempo y la realidad.

Manipular una partícula cuántica podría influir en su contraparte en el pasado, generando un ciclo repetitivo en el espacio-tiempo, similar al movimiento de un hámster en una rueda.

Aunque teóricamente posible, la creación de estas configuraciones experimentales plantea desafíos significativos, incluidas las paradojas temporales que podrían surgir al interferir con eventos pasados.

A medida que exploramos las fronteras de la física cuántica, estas investigaciones nos llevan a reflexionar sobre los límites del conocimiento humano y la naturaleza misma de la realidad.