Hoy, la comunidad financiera de Estados Unidos está nerviosa debido a la llegada inesperada de DeepSeek, un chatbot que promete superar a competidores como ChatGPT. Esta aplicación, basada en un modelo de inteligencia artificial (IA) con cadenas de razonamiento avanzadas, ha tenido un impacto notable en el sector tecnológico. Lanzada el 20 de enero por una startup, DeepSeek rápidamente se ha convertido en la aplicación más descargada en iPhones de Estados Unidos y China, gracias a su eficacia, eficiencia y ser gratuita para los usuarios. Esto la ha posicionado como un fuerte competidor en el ámbito de la inteligencia artificial.

Una innovación sorprendente a bajo costo

Lo más sorprendente es que el desarrollo de DeepSeek costó mucho menos que otras aplicaciones populares como ChatGPT o Gemini de Google. Mientras que empresas como OpenAI han invertido miles de millones de dólares y cuentan con grandes equipos, DeepSeek ha logrado superar a estos gigantes con solo 200 empleados y menos de dos años en el mercado. Esta hazaña pone en duda el liderazgo de las grandes tecnológicas estadounidenses en el campo de la inteligencia artificial.

La llegada de DeepSeek representa una amenaza para las empresas tecnológicas de Estados Unidos, lo que ha generado preocupación en los mercados financieros. Esto se refleja en caídas de índices como el Nasdaq, Dow Jones y S&P 500, además de pérdidas importantes en empresas clave de chips, como Nvidia, que ha visto un desplome récord del 14,70 % en sus acciones. Los inversores temen que DeepSeek, gracias a su innovación y bajo costo de desarrollo, pueda desplazar a empresas consolidadas.

Respuestas gubernamentales y retos para la industria

En respuesta, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado el proyecto «Startgate», con el objetivo de promover la investigación en IA con una inversión de 500 mil millones de dólares en los próximos cuatro años. Sin embargo, el desafío que representan aplicaciones como DeepSeek, desarrolladas por pequeñas compañías chinas, podría ser aún mayor para la industria tecnológica estadounidense.

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