Los científicos siguen buscando la manera de perpetuar la vida de nuestra especie más allá de la Tierra y desde hace algunos años, Marte parece la opción más viable hasta el momento para conseguirlo. Ahora, Chris Mason, genetista y profesor asociado de fisiología y biofísica de la Universidad Weill Cornell en Nueva York, asegura que si combinamos nuestro ADN con el de los famosos tardígrados podríamos conseguirlo.

El investigador ha estudiado los efectos genéticos de los vuelos espaciales y cómo los humanos podrían superar los desafíos que representa expandirnos más allá de nuestro sistema solar y considera que, debido a sus capacidades para sobrevivir en condiciones extremas, los tardígrados son la solución.

El profesor Mason se encuentra investigando la manera en la que una herramienta como la edición de genes podría hacer que los humanos sean capaces de viajar más lejos en el espacio e incluso a planetas como Marte. Por ejemplo, una de las cosas que más preocupan a los científicos aeroespaciales es la exposición de los humanos a la radiación solar, sin embargo, si se pudiera encontrar la forma de hacer que las células huamanas sean más resistentes a los efectos de la radiación, los astronautas podrían permanecer más saludables durante más tiempo en el espacio.