Neuralink, el proyecto de implantes cerebrales de Elon Musk, entra nuevamente en polémica. En esta ocasión, es el propio gobierno de Estados Unidos quien tiene su mira puesta en este particular proyecto de mejora cibernética. Ahora la preocupación no es sobre posibles peligros de ciberseguridad, sino que de tipo biológica.

De acuerdo con el Departamento de Transporte, una investigación se llevará a cabo alrededor de Neuralink con respecto al manejo que han tenido de los implantes utilizados en sus experimentos con monos. Esta investigación surge después de que el titular de dicho departamento, Pete Buttigieg, recibiera una carta advirtiendo sobre esta situación.

Dicha carta llegó por parte del Comité de Médicos de Medicina Responsable (PCRM), un grupo de defensa del bienestar animal. En este documento, la PCRM mencionaba que los investigadores de Neuralink no estaban realizando una tarea apropiada en el retiro y eliminación de los implantes que se han puesto en monos como parte del proceso de investigación respecto a este invento.

Estas acusaciones son serias, ya que de acuerdo al comité, un mal manejo de estos residuos podría ocasionar la propagación de patógenos peligrosos para el ser humano.

«Estamos llevando a cabo una investigación para garantizar que Neuralink cumpla plenamente con las regulaciones federales y mantenga a sus trabajadores y al público a salvo de patógenos potencialmente peligrosos.» Manifestó un portavoz del Departamento de Transporte.

Las acusaciones hacia Neuralink respecto a daño y sufrimiento animal no son nuevas. En 2022, científicos que trabajaron en el proyecto hicieron públicas sus experiencias en los laboratorios. En los testimonios se mencionó que algunos experimentos se realizaban de forma apresurada, desembocando en sufrimiento innecesario a los animales intervenidos.

Hasta ahora, ni Neuralink ni Elon Musk se han pronunciado al respecto.

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