Los astronautas enfrentan la pérdida de masa muscular cuando se pasa mucho tiempo sin el efecto de la gravedad, pero parece que la respuesta para evitar esto podría estar en las pequeñas ardillas.

Las ardillas de tierra comienzan a incrementar su ingesta diaria para acumular reservas energéticas para la hibernación. Su corazón desciende sus pulsaciones drásticamente, lo mismo que su ritmo respiratorio y temperatura corporal.

A pesar de no moverse durante meses, las ardillas no pierden su masa y función muscular, por lo que son estudiadas por la Universidad de Montreal.

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Según Matthew Regan, autor principal del estudio publicado en Science, si coinciden las principales proteínas de los vuelos espaciales y las de hibernación, sería teóricamente posible hallar beneficios para la salud muscular en los viajes espaciales.

Cabe resaltar que, tal idea se pensó desde los años 80, llamada “recuperación de nitrógeno ureico”, que propone los hibernadores reciclan el nitrógeno.

Actualmente, el equipo diseñó distintos experimentos enfocados en rastrear el carbono y el nitrógeno provenientes de la urea.

Se ha descubierto que en primer lugar, la urea viaja desde la sangre hasta el intestino, en donde se descompone en nitrógeno y carbono por la flora intestinal, hasta que finalmente vuelve a aparecer en la proteína tisular.