El magnate Elon Musk, dueño de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), admitió durante un foro en Nueva York que la plataforma podría enfrentar consecuencias drásticas si los grandes anunciantes persisten en abandonarla, llegando incluso a afirmar que podrían «matar a la compañía».

Este pronunciamiento surge después de que compañías destacadas como Apple, IBM y Disney decidieran suspender sus anuncios en X desde mediados de noviembre, en respuesta a un comentario polémico de Musk que respaldaba una teoría conspirativa relacionada con comunidades judías.

Según informes, la retirada de estos anunciantes podría resultar en pérdidas financieras significativas para la red social, estimadas en hasta 75 millones de dólares antes de que concluya el año, según The New York Times.

En el foro organizado por el periódico neoyorquino, Musk rechazó responder de manera transparente a las preguntas del presentador sobre el éxodo de anunciantes, pero expresó abiertamente su desdén hacia estas empresas al decirles «Que se jodan». A pesar de esta postura desafiante, también reconoció que si las grandes empresas continúan con el boicot, X podría enfrentar su desaparición.

No obstante, Musk confía en que el mundo entenderá que fueron estos anunciantes quienes contribuyeron al posible declive de la compañía, desafiando de manera audaz a la Tierra a responder a esa situación.

El enfrentamiento entre Elon Musk y los anunciantes destaca las tensiones actuales en torno a la libertad de expresión y las responsabilidades de las plataformas en línea.

La situación ilustra cómo las acciones y declaraciones de figuras prominentes pueden tener consecuencias económicas significativas para las plataformas digitales, a la vez que plantea preguntas sobre la relación entre la plataforma y su base de anunciantes, así como la capacidad de estas empresas para influir en el discurso en línea.

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