Luego de varias especulaciones sobre el cometa Interestelar 2I/Borisov, varios estudios han revelado detalles sobre su origen.

El cometa apreció sobre nuestro sistema solar a finales de agosto de 2019 y captó la atención de los astrónomos, pues tenía que haber viajado desde muy lejos por miles de millones de años hasta llegar aquí.

Así, de acuerdo a dos investigaciones publicadas este lunes por el Nature Astronomy, este cometa contiene una abundante cantidad de monóxido de carbono (CO), por lo que es posible que su origen se haya producido en una región fría de su sistema planetario local, lejos de su estrella.

The PIs of the ALMA & Hubble observational campaigns share their thoughts on 2I/Borisov in our 'Behind the paper' channel…
Martin Cordiner: https://t.co/i2G2R3MafH
Dennis Bodewits: https://t.co/jpvdMUNz4v

— Nature Astronomy (@NatureAstronomy) April 20, 2020

2l/Borisov es el segundo visitante interestelar que llega a nuestro sistema solar después de ‘Oumuamua, que lo hizo en 2017.

En el momento de su descubrimiento mostraba actividad cometaria, con hielo que se sublimaba formando una cola tras de sí. Este hecho, sumado a su cercana localización, lo convirtieron en observable durante meses.

Tras la llegada de este nuevo cometa interestelar comenzaron rápidamente las investigaciones, ya que su cercana localización, lo hacía observable para los telescopios espaciales.

A partir de estos estudios, se confirmó que el cometa mostraba niveles muy altos de CO, pese a que en un principio, se habían descartado los gases. La tasa de producción de este gas es de unos 30 y 50 kilógramos por segundo, lo que supone una tasa de entre 130 y 155% respecto a la cantidad de agua liberada, una medida mucho mayor a cualquier otro cometa en el sistema solar (suele ser sólo del 4%).

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