Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el porcentaje de mujeres dentro del sector de tecnología de la información y las comunicaciones, es relativamente bajo, donde un 30 por ciento forman parte de este segmento.

Según información de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), sólo ese porcentaje opta por estudios superiores dentro del campo de las ciencias exactas y naturales, tecnología, ingeniería y matemáticas, dijo Norma Blázquez Graf, quien forma parte del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Dentro de la UNAM la matrícula está conformada por la mitad de hombres y la mitad de mujeres, en algunas carreras las mujeres son mayoría, como Medicina, donde alcanzan más del 60 por ciento de la matrícula. «En la Facultad de Ciencias en Biología, también forman parte de la mayoría, pero en carreras como Matemáticas hay muy pocas, y en ingeniería alcanzan el 19 por ciento», dijo.

La diferencia de participación por áreas continúa en puestos importantes, que se encuentran ocupados por hombres y las mujeres no siempre están representadas proporcionalmente, pues las dirigen hombres aunque sean carreras «femeninas», puntualizó Blázquez Graf.

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Según la información de la ONU, la matrícula que representan las mujeres en el mundo, es baja en tecnología de la información y las comunicaciones, con tres por ciento; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con cinco por ciento; y en ingeniería, manufactura y construcción, con ocho por ciento.

De acuerdo a una investigación en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es de 18, 8 y 2 por ciento respectivamente. En las probabilidades del género masculino es de 37, 18 y 6 por ciento.

En algunos campos las mujeres no participan debido a los estereotipos o prejuicios de género, resaltó la universitaria. “Desde pequeñas nos enseñan que no somos capaces para ciertas disciplinas, y socialmente se intenta que no nos gusten”.

La universitaria destacó que desde la niñez se imponen ciertos estereotipos, donde investigaciones demuestran que hasta los nueve años, las niñas tienen el mismo interés que los varones en áreas como física y matemáticas, pero conforme crecen ya no se interesan, porque la consigna de género las empuja a dedicarse al cuidado, a campos de la salud, y no a matemáticas, física o ingeniería.

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