A nivel mundial se han documentado 25 casos de reinfección por COVID-19, sin embargo este martes se confirmó el primer deceso en el mundo de una mujer neerlandesa de 89 años de edad.

Ella murió luego de enfermarse por segunda vez de esta enfermedad, sin embargo su cuadro clínico se agravó por una forma rara de cáncer de médula ósea que padecía.

Esta paciente al ser hospitalizada en la primera ola de contagios, tuvo síntomas como fiebre alta y tos, pero se dio de alta a los cinco días y  dio negativo en dos pruebas PCR.

Padecía la enfermedad conocida como Macroglobulinemia de Waldenström, una extra forma de cáncer de médula ósea, de manera que su sistema inmune estaba débil.

A los dos meses después de superar la COVID-19, la mujer inició sesiones de quimioterapia, pero empezó a tener fiebre, tos y tener falta de aire y fue readmitida en el hospital.

Al transcurrir ocho días de la admisión hospitalaria y de que fue sometida a una prueba PCR en la que dio positivo, su estado de salud se deterioró drásticamente y dos semanas después falleció.

En el caso de los 25 casos de reinfección en el mundo, la mayoría desarrollaron síntomas menos graves que durante el primer contagio.

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