Ciudad de México.- El Consejo de Salubridad General (CSG) emitió la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, que establece el protocolo a seguir ante casos como este, de emergencia sanitaria por pandemia.

Así se determinará quién sí y quién después, tendrán acceso al escaso recurso para su atención por COVID-19. En el mencionado se redactan y así se detalla cómo serían los diferentes escenarios ante la contingencia. En el supuesto de presentarse un desborde los sistemas de salud, el protocolo de manera tajante marca que se les dará prioridad a los jóvenes, encima de los adultos mayores.

Así como moralmente indigna el protocolo, se detallada que no solo las personas de avanzada edad quedarán relegadas a “después” sino también los pacientes que padezcan enfermedades crónico degenerativas como lo son diabetes, hipertensión o cáncer.

Mientras que los ventiladores, tan peleados por sus escases se utilizan al azar, es decir, que aleatoriamente se escogerá a quién asignarlo y a quién no.

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El documento especifica que como primer factor de desempate ante la necesidad de elegir a quién atender primero, por la falta de equipo médico y capacidad del sistema de salud, está el factor vida completa.

Este significa que quien entre comillas ya vivió su vida completa como sería el caso de los adultos mayores, entonces ellos tienen menos derecho que los jóvenes por su expectativa de vida, aún vigente y con aparente proyección. De no diferir en edad de esa manera se toma con el azar la decisión, por ejemplo, lanzando una moneda al aire.

De ser extremas las circunstancias cada hospital formará un equipo de triaje con un experto de urgencias, y una representante de enfermería, para determinar estas decisiones basadas en el documento. Ningún médico con contacto directo a los pacientes podrá participar en la elección de atención prioritaria para evitar la carga moral.