Cataluña, España .- Uno de los porteros más cotizados en el ámbito del fútbol, desde aquel 1 de mayo en el que Iker Casillas dio el susto, las especulaciones sobre su futuro siempre se habían encontrado con la oposición frontal del propio Iker, que quería esperar los dictámenes médicos para tomar la decisión y ser el dueño de su destino, poder anunciar él mismo su retiro del fútbol, hecho que finalmente se da.
Aquel infarto lo aparta de la vida deportiva y le abre las puertas del Olimpo, cuya entrada tenía comprada desde hace mucho tiempo.
Con Iker se va el capitán que levantó al cielo de Sudáfrica la Copa del Mundo con España. El que alzó las dos Eurocopas en Viena y Kiev. El héroe madridista de Glasgow en la Novena, el capitán de la Décima, el niño que dejó la escuela una buena mañana en plena clase de diseño porque Jupp Heynckes necesitaba un portero de urgencia para viajar a Noruega a jugar contra el Rosenborg.
Con Iker se nos van los últimos 20 años de fútbol, dos décadas imborrables que ahora pasan directamente a la hemeroteca, al recuerdo, al cajón del cerebro donde se almacenan los buenos momentos.