El excapitán de la selección brasileña y exjugador del FC Barcelona, Dani Alves, ha sido objeto de fuertes críticas después de organizar una fiesta para celebrar su salida de prisión. El pasado 25 de marzo, Alves abandonó la prisión Brians 2 de Barcelona tras pagar una fianza de un millón de euros, lo que le permitió continuar cumpliendo su condena en libertad condicional.
Según informes de medios españoles, el brasileño habría armado un gran festín en honor al cumpleaños de su padre, Domingos Alves Da Silva. Pero también como una celebración por su reciente liberación. La fiesta, que se celebró el martes pasado, se prolongó hasta altas horas de la madrugada, siguiendo la tradición de los festejos familiares en la cultura brasileña.
Sin embargo, estas imágenes de alegría y fiesta no fueron bien recibidas por numerosos internautas y críticos, quienes cuestionaron la actitud de Alves después de haber sido declarado culpable. En las redes sociales, algunos comentaron con indignación sobre la forma en que el excapitán del PSG decidió celebrar su libertad, llamándolo «violador» y mostrando su desaprobación por la fiesta organizada.
Libertad condicional
A pesar de las críticas, Dani Alves ha continuado cumpliendo con las medidas judiciales estipuladas, incluyendo presentarse semanalmente en la Audiencia de Barcelona. Durante su última visita a los tribunales, el exfutbolista carioca fue objeto de insultos por parte de un individuo que lo acusó de violación, aunque Alves optó por no responder a los ataques.
Dani Alves, abucheado a su llegada a la Audiencia de Barcelona: «Tienes mucho dinero, ¿no? Eres un violador» https://t.co/gxK8mcCVNZ pic.twitter.com/Wsrd9tQg0R
— 20minutos.es (@20m) March 28, 2024
Cabe mencionar que Dani Alves fue condenado por la justicia española a cuatro años y medio por agresión sexual contra una mujer de 23 años en la discoteca Sutton, en Barcelona. Mientras que salió de prisión el pasado lunes con libertad condicional tras el pago de un millón de euros como fianza.
Al abandonar la prisión, las autoridades de Barcelona le retiraron al jugador sus pasaportes (brasileño y español), con el fin de evitar algún intento de fuga.