Por Alejandro González

El alpinista duranguense ‘Rafa’ Jaime Jaramillo sigue haciendo historia, acaba de subir la tercera montaña más alta de toda América.

Este ha sido un gran reto para ‘Rafa’, tal vez uno de los más importantes de su carrera, “es mucho más dura que el Aconcagua que es la primera más alta de América, es el reto más grande en el montañismo que he enfrentado por todas las condiciones físicas además de la altura” comentó.

El Volcán Pissis se encuentra entre Argentina y Chile, es una montaña gigantesca, colosal.

Solamente la aproximación son 96 kilómetros para llegar a uno de los primeros campamentos.

Te puede interesar:

“Es una montaña complicada tienes que estar moviendo tu comida, buscar acceso a agua, es una montaña en la que muy pocas personas hacen cumbre por lo complicado, por lo que implica el ascenso” dijo Jaramillo.

Después de hacer cumbre, Rafa mencionó, “es increíble es un lugar contrastante te encuentras desierto, pero te encuentras una cordillera de grandes montañas vientos muy fuertes, incesantes»

«Además de temperaturas muy altas, pero al mismo tiempo puede cambiar drásticamente ponerse muy bajas”.

“En tres kilómetros subes mil metros de altimetría, paredes expuestas, hielo, roca, zonas expuestas, glaciares con algunas grietas, gracias a Dios no nos tocó transitar en ellas”.

Ximena, Ezequiel, Ricardo y Omar y Rafa son las cinco personas que hicieron historia al subir a lo más alto de la montaña.

“Física, mental y técnicamente estamos preparados, aprovechamos que se nos abrió un poquito la ventana tuvimos temperaturas de -20″, explicó.

«Había vientos de 35 por hora, era un espacio de 12, 14 horas justas para intentar hacer cumbre y poder bajar, lo logramos”, puntualizó Rafa.

El próximo día 8 de febrero, ‘Rafa’ y equipo estarán buscando subir el volcán Ojos del Salado.

Para más información de ‘Rafa’ Jaime: https://twitter.com/rafajaimemx?s=20

Para finalizar dijo que estar arriba de los 6 mil metros físicamente es cansado estaban casi llegando a los 7 mil metros de altura.

“Cada esfuerzo te quita mucho oxígeno, te desgasta pero gracias a Dios, lo logramos”, finalizó.