Un total de 21 personas, la mayoría de ellas personas mayores y con enfermedades crónicas, murieron este jueves en la ciudad de Beni Mellal, en el centro de Marruecos, debido a la ola de calor, informó en un comunicado el Ministerio marroquí de Sanidad.

La nota añade que 17 de estas personas murieron en el Centro Hospitalario Regional de Beni Mellal, situada a unos 230 kilómetros al sur de Rabat, y cuatro perecieron fuera de las instalaciones del hospital.

Agrega que la mayoría de las víctimas eran personas con enfermedades crónicas y ancianos, cuya salud se deterioró debido al fuerte aumento de las temperaturas, lo que provocó su muerte.

El comunicado insta a todos los ciudadanos de la región, donde la temperatura alcanzó los 42 grados, a tomar precauciones, evitar la exposición al sol, especialmente durante las horas pico, y consultar a los servicios de salud cuando sea necesario.

¿Por qué el calor puede matar a una persona?

El calor extremo puede ser peligroso para la salud humana porque el cuerpo tiene mecanismos limitados para regular su temperatura. Cuando estos mecanismos se ven abrumados, pueden ocurrir varias condiciones peligrosas:

• Deshidratación: El cuerpo pierde agua a través del sudor en un esfuerzo por enfriarse. Si no se reponen estos líquidos, puede ocurrir deshidratación, lo que afecta la función de los órganos y puede llevar a la muerte en casos graves.
• Golpe de calor: Esta es una emergencia médica que ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta y no puede enfriarse lo suficientemente rápido. Los síntomas incluyen alta temperatura corporal, confusión, pérdida del conocimiento, y falta de sudoración. Sin tratamiento inmediato, el golpe de calor puede dañar órganos vitales y ser fatal.
• Desbalance electrolítico: Con la sudoración excesiva, el cuerpo no solo pierde agua, sino también electrolitos esenciales como sodio y potasio, que son cruciales para funciones corporales como la contracción muscular y la regulación de los latidos del corazón. Un desbalance severo puede llevar a arritmias cardíacas y otros problemas graves.
• Estrés cardiovascular: El calor extremo obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre a la piel y liberar el calor, lo que puede ser peligroso para personas con enfermedades cardíacas u otras afecciones crónicas.