El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe ha alertado sobre la preocupante situación de casi 30 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan y que están siendo víctimas de las redes criminales que operan en la zona.

El presidente del banco, Sergio Díaz-Granados, señaló que a pesar de que la región no está involucrada en conflictos bélicos, se están dando convergencias de más de 10 mercados criminales, incluyendo el tráfico de armas, trata de personas, tráfico de drogas, lavado de dinero, minería ilegal y extorsión.

Esto ha llevado a que América Latina y el Caribe tengan uno de los índices de homicidios más altos a nivel mundial, así como a ser el hogar de 43 de las 50 ciudades más inseguras del mundo.

Además, se ha observado una grave erosión de las instituciones democráticas en la región, con un nivel de satisfacción de los ciudadanos con la democracia en su punto más bajo en años.

Esto ha llevado a una desconfianza generalizada en las instituciones, lo que representa un riesgo para la estabilidad democrática de la región.

En cuanto a la situación económica, Díaz-Granados destacó la desigualdad y la pobreza que afecta a la región, señalando que América Latina es actualmente la región más desigual del mundo.

Para revertir esta situación, el presidente del banco mencionó la importancia de implementar reformas laborales adecuadas, mejorar la educación y fomentar la vivienda.

Uno de los desafíos más urgentes que enfrenta la región es la brecha digital, así como la necesidad de invertir en digitalización para garantizar un desarrollo sostenible en el futuro.

América Latina actualmente invierte una fracción de lo que invierten otras economías emergentes en este sector, lo que pone en riesgo su competitividad a nivel global.

Además, la región también se enfrenta al desafío del cambio climático, con eventos devastadores como sequías, incendios forestales e inundaciones que afectan a la economía y a la población.

Es necesario multiplicar la capacidad de producción de energía renovable y promover la electrificación en sectores clave como el transporte y la agricultura para reducir el impacto ambiental.

En este contexto, Díaz-Granados destacó la importancia del fortalecimiento de la cooperación multilateral en América Latina y el Caribe para apoyar al sector privado en el proceso de desarrollo sostenible.

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