La defensa legal de Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador, ha tomado medidas extremas en un intento desesperado por lograr la liberación de su cliente y su traslado a México, donde se le ha ofrecido asilo político. Tras ser detenido de manera controvertida dentro de la embajada mexicana en Quito, Glas ha sido recluido en la cárcel de máxima seguridad de La Roca en Guayaquil, generando una ola de críticas y preocupación por parte de sus abogados.

El abogado Aitor Martínez, en una rueda de prensa reciente, informó que han presentado una denuncia ante el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, solicitando que Ecuador libere a Glas y le permita viajar a México. Argumentan que su detención fue un «secuestro» con «gravísimos malos tratos» y que la resolución del tribunal ecuatoriano sobre su captura fue declarada ilegal y arbitraria.

«Hemos insistido en la necesidad de que el Grupo de Trabajo active el procedimiento de urgencia, y que en un corto plazo pueda haber algún pronunciamiento por parte de Naciones Unidas en relación a la situación de detención arbitraria que sufre el señor Glas hasta la actualidad«, señaló Martínez.

En respuesta a esta situación, han solicitado a la ONU y la CIDH que intervengan y otorguen medidas urgentes para proteger los derechos de Glas, quien se declara un perseguido político. Además, han ampliado las medidas cautelares solicitando la liberación inmediata de Glas y su traslado a la embajada mexicana, donde tendría garantizada su seguridad.

Defensa de Glas inicia acciones legales en Alemania y México

La defensa también ha iniciado acciones legales en México y Alemania, ya que Glas cuenta también con la ciudadanía de este segundo país. En dicha nación, se ha presentado una denuncia por privación de libertad, lesión corporal grave y coacción. Mientras que en México la madre de Glas ha denunciado a las autoridades ecuatorianas por secuestro, torturas y desaparición forzada.

Esta situación ha generado un conflicto diplomático entre Ecuador y México, con demandas en la Corte Internacional de Justicia de La Haya y la ruptura de relaciones diplomáticas. Mientras tanto, Glas permanece en huelga de hambre en la cárcel, en espera de una resolución que le permita recuperar su libertad y seguridad.

Mientras que el Gobierno de Daniel Noboa justifica el asalto a la Embajada y la detención de Glas señalando que fue México el primer país en transgredir los convenios internacionales que rigen las misiones diplomáticas al proteger al exvicepresidente, al que se le dio asilo cuando el Convenio de Caracas impide dar este beneficio a personas condenadas por tribunales ordinarios o procesadas por delitos comunes.

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