Este lunes, la abadía de Westminster en Londres fue escenario de un acto provocador y controversial protagonizado por dos activistas climáticos, quienes llevaron a cabo un acto de vandalismo en la tumba del renombrado científico británico Charles Darwin.

Alyson Lee y Di Bligh, de 66 y 77 años respectivamente, ataviadas con camisetas blancas de la organización Just Stop Oil, vandalizaron la tumba con un mensaje claro y contundente: ‘1.5 está muerto’.

Este acto de vandalismo se enmarca en una protesta por el incumplimiento de lo pactado en el Acuerdo de París, que establece un límite de 1.5ºC en el aumento de la temperatura global. Alyson Lee, una de las activistas, hizo referencia al año 2024 como el más caluroso registrado hasta la fecha, y llamó a la acción inmediata frente a las amenazas del calentamiento global.

Activistas climáticas vandalizan la tumba del científico británico Charles Darwin en la abadía de Westminster (Londres) como forma de protesta por el calentamiento global: "Darwin se estaría revolviendo en su tumba" https://t.co/MZ2oqjoAgh pic.twitter.com/Fqpl8425JM

— Europa Press (@europapress) January 13, 2025

«La humanidad debe adaptarse a los cambios que se avecinan», advirtió Bligh, quien citó palabras atribuidas a Darwin para remarcar la importancia de la adaptación y la cooperación en tiempos de crisis ambiental.

La presencia de activistas en la abadía de Westminster no es un hecho aislado. En los últimos meses, diversas organizaciones ecologistas han llevado a cabo acciones de protesta en toda Europa, desde bloqueos de carreteras hasta vandalización de monumentos y obras de arte. Estas acciones buscan llamar la atención sobre la urgencia de abordar la crisis climática y presionar a los gobiernos y empresas para que tomen medidas concretas y efectivas.

La vandalización de la tumba de Darwin en un lugar tan emblemático como la abadía de Westminster ha generado controversia y debate en la opinión pública. Mientras algunos condenan el acto como una falta de respeto hacia la memoria de un científico tan relevante, otros lo ven como una manifestación legítima en un contexto de emergencia climática.

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