Un grupo de activistas climáticos desató el caos en el aeropuerto de Múnich, el segundo más importante de Alemania, provocando la cancelación de decenas de vuelos y generando un fuerte impacto en la operatividad del aeropuerto.

La policía local informó que ocho activistas fueron detenidos tras la intervención, que tuvo lugar en una de las pistas de aterrizaje del aeropuerto. La organización ecologista Last Generation se atribuyó la acción, la cual tuvo como objetivo protestar contra el tráfico aéreo y sus consecuencias para el medio ambiente.

A pesar de que las pistas del aeropuerto fueron reabiertas a las 07:20 hora local, se espera que las cancelaciones continúen afectando los vuelos programados para este fin de semana largo. La impactante intervención de los activistas dejó a 61 despegues y aterrizajes en el limbo, generando molestias para miles de pasajeros.

El ministro de Transportes alemán, Volker Wissing, condenó la acción, calificándola como una intervención que pone en riesgo la seguridad de las personas y que podría ocasionar graves daños económicos. Por su parte, Last Generation acusó al gobierno alemán de no hacer lo suficiente para desincentivar el uso del avión, favoreciendo así la emisión de gases dañinos para el clima.

«Es absurdo que la gente tenga más facilidades para viajar en avión que en tren, y es responsabilidad del Gobierno fomentar un sistema de transporte más sostenible», afirmó un portavoz de la organización.

La protesta llevada a cabo por Last Generation en el aeropuerto de Múnich evidencia la creciente preocupación de la sociedad respecto al cambio climático y la necesidad de tomar medidas concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

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