Decenas de corazones tristes se congregaron en Manhattan para rendir un emotivo homenaje a Flaco, el búho real euroasiático que se convirtió en un símbolo de inspiración y alegría para muchos neoyorquinos. La querida ave, que cautivó a la ciudad tras escapar de su recinto en el zoológico, fue despedida con discursos, canciones y poemas en un acto conmemorativo conmovedor, realizado junto al roble que Flaco solía frecuentar en Central Park.

La trágica muerte de un icono: Flaco, el búho real

La trágica noticia de la muerte de Flaco llegó el 23 de febrero, cuando fue encontrado sin vida en el oeste de la ciudad, aparentemente después de chocar contra un edificio. Zoólogos que analizaron el cuerpo concluyeron que las lesiones fueron consecuencia del impacto, aunque se esperan pruebas adicionales para determinar si el búho estaba enfermo.

Este desgarrador desenlace dejó a la comunidad de observadores de aves sumida en la tristeza, recordando las imágenes majestuosas de Flaco posado en diversas locaciones de la ciudad.

Legado y lamento: palabras de los admiradores

David Lei, un apasionado observador de aves de la ciudad, expresó la dificultad de expresar la pérdida de Flaco con palabras. Señaló que el búho compartió el destino común de muchas aves urbanas, chocando contra las ventanas engañosas de los rascacielos. ‘Flaco era especial y deja atrás un legado único’, lamentó Lei, agradeciendo al búho por la alegría y el asombro que proporcionó a lo largo de su travesía.

En medio del dolor, los presentes en la ceremonia no solo recordaron a Flaco, sino que también alzaron sus voces exigiendo nuevas leyes para prevenir colisiones de aves contra edificios y limitar el uso de veneno para ratas que estas aves pueden ingerir al alimentarse. Además, la propuesta de erigir una estatua en honor a Flaco en Central Park refleja el deseo de mantener viva la memoria del búho icónico.

La fuga y la vida de Flaco en libertad

La historia de Flaco comenzó hace más de un año, cuando alguien traspasó una cerca de baja altura liberándolo de su jaula en el zoológico de Central Park. A pesar de la preocupación inicial por su supervivencia, Flaco demostró rápidamente su capacidad para cazar y sobrevivir en la ciudad. Los esfuerzos del zoológico por capturarlo se suspendieron después de varios intentos fallidos, y así Flaco vivió en libertad durante más de un año antes de su trágico final.

Este acto conmemorativo no solo representa un adiós a un búho, sino también un llamado a la conciencia sobre la necesidad de proteger la vida silvestre en entornos urbanos y la importancia de adoptar medidas para garantizar la seguridad de las aves que comparten su espacio con los rascacielos de Nueva York. Flaco, el búho que inspiró a una ciudad, permanecerá en la memoria colectiva como un símbolo de libertad y resistencia en el cielo urbano de Nueva York.

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